Ustedes verán: alguien del Govern -en teoría el pobre subdirector de IB3, Jacobo Palazón, pero sólo en teoría- contrató a un tal Borja Rupérez como el gestor económico del ente, el nuevo experto que iba a poner aquello en orden. Se supone que alguien, a la hora de contratarlo debe de haber hablado con él, le debe de haber explicado qué había, qué se quería de él, etcétera (en este etcétera debería estar el compromiso de ser discreto y no 'rajar' por los periódicos).
Pues bien, el tal Borja se pone a trabajar y cuando no ha pasado un mes, dimite. Se marcha dando un portazo y dice que quiso poner orden pero que no le dejaron. Y, peor aún, dice que el área comercial de la casa es todo corrupción.
A ver: ¿me explican ustedes si esto es superable? ¿Se puede salir al mundo a buscar enemigos peores que estos? Es que para armar este follón, hasta seguro que sería mejor dejar a los que había nombrado el PSOE, que por lo menos siempre tienen una etiqueta y el PP sabe qué se puede esperar de ellos.
La lista de chapuzas del actual Govern en la gestión de IB3 ya va dando material para hacer una serie de televisión que se podría llamar, “Nosotros mismos, sin ir más lejos”. Una versión mallorquina de “Sí, ministro”.
PD. Como habrán notado (porque seguro que ayer lo notaron e incluso lo sintieron) una gripe espectacular me tuvo un día alejado del ordenador y aún me tendrá varios más sin poder acudir a mi puesto de trabajo ordinario.