No da lo mismo Palma que Palma de Mallorca

Han pasado varios mandatos de gobierno socialista y conservadores en Palma sin que nos detuviéramos en algo tan nimio como el nombre de la ciudad. Era Palma, en lenguaje coloquial, en la vida diaria, y se le añadía “de Mallorca” en los usos oficiales, que al final dan lo mismo. No hubo protestas, ni cuestionamientos, ni se sabe que nos haya afectado en nada. El último mandato socialista, en el que, sin venir a cuento, se empezaron a buscar temas innecesarios capaces de crear tensiones, se cambió el nombre a la ciudad, para eliminar el apellido. Nadie protestó ni dijo nada porque, como es evidente, tanto da de una forma y, por supuesto, de la otra. Ahora, el nuevo gobernante de Palma, vuelve a meterse innecesariamente en este tema y cambia el nombre oficial de la ciudad, lo cual, como antes, no supondrá nada ni debería entretenernos. Pero hay una diferencia: ahí están las orquestas y coros de la izquierda para rasgarse las vestiduras, para decir que les han dado una puñalada en lo más profundo, en aquello que les roba la identidad. Algo tan hondo y tan sentido que, ya lo verán, en dos o tres días se les olvidará porque, tanto da en un sentido, como en el otro. Aducen, con razón, que Palma siempre se llamó Palma, y sacan a la Universidad a que lo proclame. Y es cierto. Como que Porto Cristo siempre se llamó Porto Cristo o como que Palma Nova siempre se llamó Palma Nova y un día la misma Universidad dijo que mejor decir Portocristo o Palmanova y nadie se murió, ni nadie se rasgó las vestiduras. Pero cuándo les contradicen.... ¡cómo se ponen!