La eficiencia de suprimir toallas y pijamas

La fiebre ahorradora del Govern le ha llevado a extremos tales de suprimir las toallas de mano y los pijamas en el Hospital Son Llàtzer, al que dentro de poco se unirán los demás, y si no al tiempo, una medida que, según publica Última Hora, se debe a “una optimización de los recursos” y se califica como “medida eficiente”. ¿De verdad se cree alguien este argumento? ¿Tan caras son las toallas y los pijamas como para que uno se los tenga que llevar de casa? ¿O es que son objeto deseado de los amigos de lo ajeno? Porque sólo con este último argumento se podría entender la medida, ya que el resto carece de sentido. Si los pacientes se llevaban “de recuerdo” toallas, pijamas y batas, tendría sentido la decisión, pero era mucho más fácil comprobar que dejaban todo antes de darles el alta. Y si no es así, es que la situación es kafkiana, porque ahora serán los familiares los que tengan que llevar y traer toallas, pijamas y batas, Vale, que hay que ahorrar, pero estas medidas demuestran tal capacidad de gestión que todavía estoy que no salgo de mi asombro.