No deben suspenderse las ayudas a la agricultura balear

A la espera de la formación del nuevo Govern, los agricultores de Baleares se enfrentan a la suspensión de las ayudas que la consellería ha venido concediendo dentro del Programa de Desarrollo Rural. A partir del próximo 1 de julio, por decisión del actual equipo en funciones al frente de la Conselleria de Agricultura, quedan en suspenso las ayudas que hasta ahora se concedían para la compra de maquinaria agrícola, para inversiones en industrias agroalimentarias, la incorporación de jóvenes agricultores o la recuperación de paredes de pedra en sec.

La decisión significa que si durante este último semestre de 2019 un agricultor sufre un accidente, necesita un nuevo tractor o, por ejemplo, decide construir un invernadero no podrá recibir ayudas oficiales por ello. La suspensión de estas ayudas se prolongará hasta enero de 2020, en el caso de que nuevos responsables de la conselleria decidan mantener el frenazo impuesto por el departamento que ahora lidera Vicenç Vidal. Los afectados critican la decisión afirmando que hay dinero presupuestado para cumplir con las cuatro líneas de ayudas suspendidas, además de que no se les ha avisado con suficiente antelación.

La situación queda a la espera de las decisiones que adopte el nuevo ejecutivo, incluido el propio organigrama que, durante la legislatura que ahora concluye, unió Agricultura con Medio Ambiente con no pocas tensiones entre los representantes y asociaciones de ambos sectores. Los agricultores reclaman una gestión más eficaz del departamento, con mayor atención a las actividades vinculadas al campo, y el refuerzo del personal que interviene en la tramitación de los expedientes.

Tiene sentido atender las demandas de un sector que proporciona actividad económica a buena parte del territorio balear, que contribuye al mantenimiento del paisaje local y que resulta fundamental para el cuidado del medio ambiente en extensas zonas de las Islas.