Un hombre acusado de violar a su prima cuando la niña tenía ocho años ha negado este jueves en el juicio haber tocado o abusado de la menor y ha atribuido las acusaciones "al odio y al rencor". La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Baleares ha celebrado este jueves el juicio contra el hombre, acusado de violar a su prima menor de edad, que se suicidó con 22 años en 2018.
Durante su interrogatorio, el acusado ha asegurado que "nunca jamás" estuvo solo con su prima y ha atribuido la denuncia, que se produjo en el 2015, "al odio y al rencor", entre otras razones, por algunos comentarios que, al parecer, habría hecho sobre la condición sexual de la chica, así como a una discusión en 2013 durante un partido de fútbol.
El fiscal pide nueve años de cárcel para el procesado, de 44 años, aunque tenía 26 cuando ocurrieron los hechos. La Fiscalía sitúa los abusos en 2004, cuando el hombre fue al taller de mecánica de un familiar para recoger a su prima, que entonces tenía aproximadamente ocho años.
El fiscal sostiene que durante el camino en moto, el acusado sometió a tocamientos a la menor, y que una vez en casa la sentó entre sus piernas y le hizo más tocamientos, esta vez bajo la ropa. A continuación, presuntamente bajó los pantalones a la niña y la violó.
Sobre esto, además de negar los abusos, el hombre ha rechazado en varias ocasiones que en aquel momento tuviera una moto porque, la que tuvo, la había vendido. También ha negado que tuviera una videoconsola, motivo por el cual habrían pasado ratos juntos jugando.
Su expareja, en este punto, ha señalado declarando como testigo, sin embargo, que ella sí que tenía una motocicleta que era utilizaba por los dos, además de una videoconsola.
La Fiscalía sostiene que el hombre se aprovechó de su relación familiar y de la corta edad de la menor, que "no podría reaccionar, negarse o contarlo con otras personas".
La madre, el hermano de la víctima y otros testigos han mantenido también que el acusado sí que tenía una motocicleta con la que habitualmente recogía a la niña del taller. El hermano de la víctima, además, ha asegurado que el encausado ya habría abusado sexualmente de otros menores en una iglesia cuando era monaguillo.
En relación al tiempo transcurrido entre los hechos juzgados y la denuncia, la madre de la víctima ha sostenido que su hija no relató los supuestos abusos hasta que no vio en televisión un hecho similar, "porque la tenía amenazada". La madre ha explicado que atribuyó a la primera regla de la niña la aparición de unas manchas de sangre en la ropa interior.
Las exparejas de la víctima, por su parte, han atribuido la tardanza en la denuncia en el hecho de que, al ser familiar, no la hubiera creído.
Los testigos, entre ellos exparejas de la víctima, también han relatado un cambio de actitud de la chica hacia su primo con el paso de los años "hasta no querer ni tocar una manta", así como los momentos en los que la víctima les contó los abusos.
SUICIDIO D ELA VÍCTIMA
Sobre el suicidio de la víctima, una de sus exparejas ha indicado que amigas suyas le dijeron que habían visto que la víctima "estaba recayendo de su trauma" y que "sí que se le habría pasado por la cabeza quitarse la vida".
Una amiga de la infancia de la víctima ha relatado al mismo tiempo que, teniendo unos 11 años, le habría contado los hechos y, en otras ocasiones, habría mostrado rechazo hacia los hombres. Incluso ha relatado que al ver al acusado, "echaban a correr".
La víctima se suicidó en 2018. La Fiscalía pide una indemnización de 25.000 euros para sus herederos.
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