El Ayuntamiento de Palma destinará este año algo más 1,4 millones de euros a la iluminación navideña de las calles. Las luces de Navidad llegarán al 75 por ciento de las calles de la capital con el objetivo, según el alcalde Hila, de animar las compras navideñas y descentralizar el consumo para que todos los comercios de la ciudad "puedan tener las mismas oportunidades que los locales del centro".
Lo que, de entrada, parece una buena iniciativa no ha sido recibida por los comerciantes todo lo bien que esperaba el Ayuntamiento; de hecho, Afedeco rehusó participar en el acto de presentación organizado por el consistorio. Para Afedeco, Cort "vive en una realidad paralela" pues le afea que destinen tal cantidad de dinero a iluminar las calles -bajo el argumento de dinamizar el comercio- mientras las demandas de apoyo al sector siguen sin respuesta por parte del Ayuntamiento siete meses después de iniciada la crisis.
Afedeco se queja de que los responsables municipales prometieron miles de euros para dinamizar las calles, bonos descuentos y "un sinfín de palabras huecas que se han quedado en nada". Se quejan de que la administración encabezada por Jose Hila sólo les ha puesto piedras en el camino.
Para advertir la realidad del sector en Palma sólo basta pasar por las calles que tradicionalmente han sido la referencia del comercio local. El espectáculo es desolador, con locales en venta o pendientes de traspaso; una prueba fehaciente del impacto que la actual crisis está teniendo en el comercio palmesano, que se está viendo aún más perjudicado con el cambio de tendencias en el consumo que se impone como resultado de la pandemia, el aislamiento y el incremento de las compras por internet. Una realidad que el gasto millonario en luces de Navidad no cambiará.
Cort debería mostrar más sensibilidad ante el problema y dar una respuesta satisfactoria a un sector tan castigado. Sin renunciar a la Navidad ni a las tradiciones, urge ayudar a miles de pequeños comercios que se encuentran al límite de su actividad. Las luces navideñas son importantes, pero lo es más evitar la ola de cierres que se cierne sobre estos negocios, que ejercen una labor capital a la hora de dinamizar la economía local y que, antes que las luces, son parte del propio paisaje urbano de Palma.