Rafa Nadal, número cinco del mundo, ha caído en semifinales del torneo de Río de Janeiro (Brasil), de categoría ATP 500 y que se disputa sobre tierra batida, tras caer en tres sets ante el uruguayo Pablo Cuevas (6-7(6), 7-6(3), 6-4), que luchará por el título con el argentino Guido Pella.
El sudamericano necesitó tres horas y 31 minutos para frustrar la final número 100 para el balear, que, como le ocurriera en Buenos Aires ante el austríaco Dominic Thiem, se volvió a quedar a las puertas de luchar por el entorchado. Así, confirma su irregular comienzo de 2016, en el que además de alcanzar las semifinales de los torneos argentino y brasileño perdió la final de Doha y no pasó de primera ronda en el primer 'Grand Slam' de la temporada, el Abierto de Australia.
Fue un partido de peloteos largos, en el que la paciencia y el físico resultaron determinantes para el uruguayo, que por primera vez se imponía al que fuera número uno del mundo y a un integrante del conocido como 'Big Four' -Nadal, el serbio Novak Djokovic, el suizo Roger Federer y el escocés Andy Murray-.
"Creo que jugué bien, luché hasta el final, pero me faltó tranquilidad y confianza en los momentos importantes. Es una pena porque tuve oportunidades tanto en las semifinales de Buenos Aires, con 'match point', como aquí en Río, en donde he estado cerca de ganar", declaró en rueda de prensa tras el encuentro.
A pesar de que considera que realizó un buen partido, el balear reconoció que "a veces un poquito de suerte viene bien", y que en este comienzo de año no la está teniendo. "Quería el título, pero tengo que aceptarlo y continuar trabajando", indicó Nadal, finalista en Doha, semifinalista en Buenos Aires y Río y que no pasó de primera ronda del primer 'Grand Slam' de la temporada, el Abierto de Australia.
Por último, alabó el juego de su rival. "Cuevas es un jugador peligroso, hizo un buen partido, sacó muy bien", concluyó sobre el uruguayo, que le ganó por primera vez en su carrera.