Ocurrió el pasado martes, sobre las cuatro de la tarde, cuando la víctima venía de hacer la compra. Se le acercaron dos jóvenes preguntándole algo, para desviar su atención, hasta que bajó la guardia y comenzó la paliza.
Lo derribaron a puñetazos y patadas y le llovieron golpes en la cabeza, lo que le provocó una hemorragia en el conducto auditivo. Además, le arrancaron la cadena que llevaba colgada al cuello al cuello y acabaron huyendo mientras el tercero se aseguraba que nadie les observaba.
El Grupo de Atracos del CNP asumió la investigación. De entrada, comprobaron que los agresores no conocían de nada a la víctima y que por tanto, no se trataba de un robo premeditado.
Rápidamente, los investigadores descubrieron que los agresores habían sido aleccionados por dos chicas que conocían a la víctima, ya que una de ellas es la hija de la pareja de la víctima, con quien mantiene una mala relación.
Es más, la Policía pudo constatar que los autores de la paliza estuvieron por la zona y hablaron con ambas en la hora previa al asalto. Su hijastra le había dedicado un gesto de desprecio momentos antes de que los agresores comenzaran con la lluvia de patadas.
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