Se llama Rachid, tiene 51 años, es de origen marroquí -aunque posee la nacionalidad española- y este jueves ha sido detenido en Campos por yihadismo.
La Unidad Central Contraterrorista de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional llevaba un tiempo rastreando sus pasos en redes sociales ante el salto cualitativo de sus últimas publicaciones: había pasado de meros comentarios de corte islámico a mensajes amenazantes contra los cristianos o funcionarios policiales. Además, había empezado a adoctrinar a jóvenes en la lucha "contra los infieles".
Desde que España sufriese los atentados del 11M los servicios de Inteligencia, el poder judicial y policial han estado especialmente vigilantes ante cualquier amenaza de este tipo. Pero a nadie se le escapa que el reciente atentado de Algeciras -en el que un marroquí asesinó a cuchilladas a un sacristán e hirió a un sacerdote- han dado una vuelta de tuerca a este servicio, intensificando más si cabe las vigilancias, seguimientos y monitorización de sospechosos.
En este caso, agentes de la Brigada Central de Información venidos expresamente desde Madrid irrumpían en un taller de Campos donde el presunto yihadista se había instalado de manera temporal gracias al empresario que le había ofrecido trabajo. El individuo sabía que le estaban marcando de cerca y había decidido esconderse en Mallorca haciéndose pasar por un humilde trabajador de la construcción.
Ni 24 horas tardaron los agentes en llegar a él para arrestarlo y trasladarlo a la Audiencia Nacional, antes de que Rachid cumpliese con sus amenazas y la historia acabase en masacre.
Una vez más, debemos sentirnos orgullosos y agradecidos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por el desarrollo de una labor tan eficaz como discreta; una labor que seguro que ha evitado males mayores y que debe tranquilizar a los ciudadanos, de Campos y de toda Mallorca.
Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en Twitter, Facebook, Instagram y TikTok. Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.