POLÍTICA

"Si sigue Armengol, nuestra democracia acabará siendo lo que es Venezuela hoy"

(Foto: J. Fernández Ortega).

Jorge Campos, candidato de Vox al Govern

Josep Maria Aguiló | Viernes 27 de enero de 2023
El portavoz de Vox en el Parlament, Jorge Campos (Palma, 1975), será de nuevo el candidato de su formación al Govern en los comicios del próximo 28 de mayo, pero no lo hará ya como líder del partido en Baleares, ya que recientemente ha sido sustituido en la presidencia regional de Vox por la diputada ibicenca Patricia de las Heras. Por lo que respecta al Ajuntament de Palma, repetirá de nuevo como candidato de esta formación Fulgencio Coll. A lo largo de la entrevista, Campos se muestra especialmente crítico con el Govern que preside la socialista Francina Armengol.

¿Cómo afronta volver a ser el candidato de Vox al Govern?

Lo asumo como un reto y con mucha responsabilidad. Y sobre todo, como siempre hago, agradeciendo al Comité Ejecutivo Nacional de Vox y a nuestro presidente nacional, Santiago Abascal, que haya confiado en mí para este reto. Ya no sólo se trata ahora de llevar nuestra acción parlamentaria hasta el final de la legislatura, sino de enfrentarse después a unas elecciones donde estoy convencido de que posteriormente vamos a tener responsabilidades de gobierno.

¿Y a partir de ahí?

Vamos a hacer todo lo posible para que todo lo que hemos defendido durante estos cuatro años con nuestra acción parlamentaria, incluidos nuestros principios y nuestros valores, se lleven a cabo en un gobierno autonómico, en este caso el balear, donde tanto trabajo hay que hacer para recomponer todo lo que han destruido la izquierda y el separatismo de la señora Armengol.

¿Ese hipotético nuevo gobierno autonómico sería con el PP?

Siempre que me hacen esta pregunta, respondo lo mismo —sonríe—. Soy proclive a no hablar ahora de con quién vamos a llegar a pactos. Yo creo que nos enfrentamos a unas elecciones decisivas, probablemente las más importantes de nuestra historia democrática, por el asalto institucional que están llevando a cabo el Partido Socialista y sus socios. Y realmente hay que esperar al resultado electoral.

¿Y cuando se hayan celebrado ya los comicios?

Después, viendo la correlación de fuerzas de un partido y del otro, es cuando podremos empezar a hablar de acuerdos, de pactos y de cómo llevar a cabo los programas que se deben aplicar. Todo ello, precisamente, porque creemos que los ciudadanos están de acuerdo en que haya un cambio. Así nos lo trasladan y así se está reflejando en todas las encuestas. Yo espero que ese cambio se produzca, por el bien de todos.

Las elecciones autonómicas de 2019 las afrontó siendo el líder del partido, algo que no será así ahora...

Bueno, hay más diferencias. Hace cuatro años, nos presentamos en coalición Actúa Baleares y Vox. Hay que recordar que el origen de Vox en Baleares es distinto al del resto de España. Y es muy interesante, porque además fue la primera vez en la historia de Baleares en que un partido político surgió directamente de la sociedad civil.

¿Se refiere al Círculo Balear?

Sí. Nosotros transformamos la Fundación Círculo Balear, que yo presidía y que yo creé también, convirtiéndola en un partido de ámbito regional, que era Actúa Baleares, con los mismos principios y valores que Vox, pero en el ámbito regional.

"He sido yo el que ha solicitado el cambio en la presidencia del partido, para poder dedicarme exclusivamente a la campaña electoral"

Así fue, sí...

Y después llegamos a un acuerdo de coalición con Vox, porque los problemas que se sufren en Baleares no son exclusivos de Baleares, sino que, desgraciadamente, se sufren también en toda España. En ese sentido, yo creía que había que darle a nuestro proyecto un ámbito nacional, no sólo local o regional. Así nos presentamos en las anteriores elecciones. Después, ya hemos sido exclusivamente Vox en Baleares y ahora nos presentamos sólo como Vox.

¿Esperaba ser sustituido en la presidencia de Vox en Baleares?

He sido yo el que ha solicitado el cambio de presidencia, la cesión de la presidencia, para poder dedicarme exclusivamente a la campaña electoral y echar el resto durante estos cuatro meses. Precisamente, como creo que estas elecciones son decisivas y las más importantes de los últimos años, tengo que dedicarme en exclusiva a esta campaña, en la que tanto nos jugamos.

¿Ahora era un buen momento para que se produjera ese relevo?

El cambio en la presidencia llega en un momento en que el partido está consolidado y unido, y en que ha ido creciendo. A ello hay que añadir que yo llevaba cinco años en la presidencia, cuando las presidencias son de cuatro años, por ese origen distinto del partido en Baleares.

¿Cuál es la situación actual del partido en el conjunto de la comunidad?

No teníamos nada hace cinco años y ahora tenemos coordinadores en la mayoría de los pueblos. Cubrimos el 90 por cien de las poblaciones de Baleares y vamos a presentar el doble de listas que en las últimas elecciones. Por todo ello, yo creo que ahora era el momento de dar un paso a un lado, para que otra persona lleve el día a día del partido.

¿El día a día no podría haber seguido llevándolo usted?

Yo no puedo estar en el día a día del partido y enfrentarme a unas elecciones, siendo también, como soy, diputado y portavoz de Vox en el Parlamento balear. Así pues, ahora era el momento para que yo me pueda dedicar en exclusiva a una misión tan importante como es sacar a la señora Armengol del Gobierno balear.

¿Por qué cree que la presidenta del Govern no debería continuar en el cargo?

Porque los ciudadanos de Baleares están infinitamente peor ahora, pero no que hace cuatro años, sino que hace ocho años. Cada legislatura hemos estado peor. Tenemos una comunidad que lidera el incremento de la pobreza. Además, somos la región de España en que más ha aumentado la inmigración ilegal, con casi 3.000 inmigrantes ilegales, la mayoría argelinos, llegados el año pasado. Asimismo, tenemos un gobierno que aprueba leyes y decretos en contra de los dos motores económicos de las Islas, que son el turismo y la construcción.

"Los ciudadanos de Baleares están infinitamente peor ahora, pero no que hace cuatro años, sino que hace ocho años"

¿Reprocharía algo más al actual Ejecutivo autonómico?

Le reprocharía que tenemos el gobierno de la ruina y de la inseguridad, que está íntimamente ligada a esa inmigración ilegal. De hecho, lideramos la tasa de criminalidad de toda España, según datos del Ministerio del Interior. Y además tenemos un gobierno de la traición, que va de la mano de esos separatistas que nos quieren separar del resto de España y que nos quieren hacer catalanes de Baleares en su proyecto fantasmagórico de los Países Catalanes. Yo creo que son indicios bastante graves como para que se produzca este cambio.

¿Y si repite Armengol?

Con otro gobierno de Armengol, nuestra democracia acabará siendo lo que es Venezuela hoy en día. Vemos el asalto a las instituciones y la falta de separación de poderes. Si nos queremos quedar sin democracia, si nos queremos arruinar absolutamente todos y si queremos perder además la identidad cultural de Baleares, es Armengol la que tiene que gobernar. Nosotros creemos que a eso se le debe dar la vuelta y por eso nos presentamos a las elecciones.

¿Cuál es su relación personal con Fulgencio Coll, que al parecer se habría deteriorado en estos últimos años?

Mire, esta historia que han montado los medios de comunicación de enfrentamientos y facciones, es absolutamente falsa. Nosotros somos el partido más criminalizado por la mayoría de los medios de comunicación. La prensa escrita y la mayoría de esos medios de Baleares no hacen periodismo, hacen activismo en contra de Vox.

¿A qué atribuye ese supuesto activismo de dichos medios?

Hacen activismo porque dependen de la subvención pública y saben que si nosotros llegamos, evidentemente ese dinero se destinaría a las necesidades de la gente de a pie que tan mal lo está pasando, y no a regar a unos y otros medios de comunicación.

Aun así, hay quienes dicen que Fulgencio Coll y usted incluso se evitan en algunos actos públicos...

No sé quiénes habrán dicho eso. Pero mire, vaya a la hemeroteca y verá todas las fotografías en que estamos juntos, interviniendo en actos, mítines o concentraciones. Sin ir más lejos, la pasada semana, haciendo una rueda de prensa conjunta. Una cosa es lo que le gustaría a la prensa, que es que tengamos un partido dividido y que se tira los trastos a la cabeza, y otra cosa es la realidad. No verán nunca una declaración mía pública en contra de Fulgencio Coll. Yo propuse a Fulgencio Coll a la Alcaldía de Palma hace cuatro años, yo lo fiché y no tengo ningún problema con él.

En ese contexto, ¿qué es para usted lo importante?

Aquí lo importante es la defensa de unos principios y valores. Y ahora nos enfrentamos a unas elecciones donde puede que esos principios y valores los llevemos a un gobierno. Eso es lo realmente importante. Yo creo que, además, en este partido hemos demostrado y hemos dejado muy claro que el proyecto está por encima de las personas, que da igual que esa persona sea Fulgencio Coll o que sea Jorge Campos, o que sea cualquier otro candidato. Aquí lo importante es el proyecto.

"Esta historia que han montado los medios de comunicación de enfrentamientos con Fulgencio Coll es absolutamente falsa"

¿El partido sigue entonces unido?

Así es. Lo siento mucho, mis condolencias —ironiza— a esa prensa que ha intentado dividir el proyecto, porque no les ha salido bien. El partido sigue aquí, unido y más consolidado que nunca, y con unos candidatos claros y ratificados por el Comité Ejecutivo Nacional para estas próximas elecciones.

¿Qué le diría a quienes temen que con un gobierno de Vox pueda haber una marginación de la lengua propia de Baleares?

Lo que les diría en primer lugar es que sólo hay un partido en Baleares que defiende el mallorquín, el menorquín, el ibicenco y el formenterense, o el balear, como lo llamaba Alcover, y ese partido es Vox. Somos el único partido que dice que esa promoción de las modalidades lingüísticas, que incluso aparece en el artículo 35 del Estatuto de Autonomía, se tiene que llevar a la práctica. No hay ningún otro partido que lo diga.

¿Y el Partido Popular?

Desde el Partido Popular hasta los separatistas de Més, todo el arco parlamentario está de acuerdo con el catalán estándar, en esa sustitución progresiva del balear o de las cuatro modalidades citadas por el catalán estándar, con la consiguiente pérdida de nuestra riqueza lingüística y cultural. Por eso, nosotros somos el único partido que se compromete a que si está en las instituciones, se recuperará nuestra lengua regional. Eso sí, y siempre lo hemos dicho, en un régimen de libertad.

¿De qué modo se recuperaría la lengua regional?

Se recuperaría en un ámbito de libertad lingüística, en donde no haya ninguna imposición. Tan nuestra es la lengua española común que compartimos con toda España y con 600 millones de personas en todo el mundo, como nuestra lengua regional, que es el balear. Son nuestras las dos. Y tiene que ser en un régimen de libertad lingüística donde se deben desarrollar.

¿También desde la Administración?

La Administración pública tiene que ser un ejemplo de esa libertad lingüística y de que no haya discriminación lingüística respecto de ningún hablante. Porque los derechos no los tienen las lenguas, los tienen las personas que hablan esas lenguas. Y llevamos casi treinta años de pisoteo de los derechos lingüísticos.

¿En qué sentido?

En primer lugar, de aquellas personas que se dan cuenta de que en el sistema educativo su lengua regional, el balear, es inexistente y sustituida por el catalán. Y en segundo lugar, porque ya hace muchos años que no se puede escolarizar a un niño en la lengua oficial del Estado, en español. Eso es una barbaridad que no sucede en ningún país del mundo, que sólo sucede en España.

"Sólo hay un partido en Baleares que defiende el mallorquín, el menorquín, el ibicenco y el formenterense; y ese partido es Vox"

¿Qué cambiaría en esta materia si hubiera un gobierno de Vox?

Nosotros nos comprometemos a que en un régimen de libertad lingüística, en un régimen de libre elección de lengua, se garantice algo básico como es escolarizar a un niño en la lengua oficial de España. Y también nos comprometemos a que aquellos que tienen como lengua materna el mallorquín, el menorquín, el ibicenco o el formenterense, eso les sea respetado y no sufran la imposición lingüística del catalán.

¿No le preocupa que pueda haber un cierto rechazo social a ese viraje?

Sería desde luego un viraje, del apartheid lingüístico y de la imposición a unas políticas de libertad lingüística y de que nadie sufra ningún tipo de imposición. En ese sentido, yo estoy convencido de que explicando bien las medidas, las resistencias serán mínimas y vendrán de aquellos que están muy fanatizados o de aquellos que viven de la subvención pública catalanista, que es algo que evidentemente se debe acabar.

¿No habría resistencias entonces?

Yo creo que en un régimen de libertad, nadie puede estar en contra de ese viraje. Sólo estarán en contra los que no creen en esa libertad. En mi opinión, poca resistencia puede generar una reforma normativa donde se le diga al funcionario que no está obligado a utilizar una determinada lengua, sino que puede utilizar libremente las dos, o donde se le diga a los ciudadanos que cuando se dirijan a la Administración tienen derecho a ser atendidos en cualquiera de las dos lenguas.

¿Y en la educación?

En la educación, creo que poca resistencia generará también que se le diga a una familia que cuando quiera escolarizar a los niños podrá elegir entre las dos lenguas mayoritarias de Baleares, o que se le diga a los profesores que también tendrán esa libertad de poder utilizar para unas materias una lengua y para otras materias otra lengua.

Entiendo, sí...

De todos modos, si estamos en una situación política donde Vox esté en el Gobierno, significará que tiene un apoyo mayoritario en las urnas. Y si somos demócratas de verdad, hay que atender al mandato democrático de las urnas, no a la manifestación callejera, porque entonces esto ya no sería una democracia, sería una especie de república bananera.

¿No cree que en estos últimos años hay un exceso de crispación y de insultos en la política española?

Sí, sí. Y hay un causante claro, la izquierda. Eso que algunos denominan "violencia política" es monopolio de la izquierda. Cualquiera puede ver los vídeos de mis intervenciones en el Parlamento balear. Verán que yo no insulto a nadie. Cuando digo que la señora Armengol es la "señora mentiras" es porque constantemente miente, igual que el señor Sánchez. Y cuando digo que Més es "un partido amigo de Bildu", o sea, amigo de ETA, no me lo estoy inventando, es la realidad. Lo dicen ellos mismos, los de Més, que se consideran la marca de Bildu en Baleares.

"Si hay alguien que está violentando la convivencia es la izquierda"

¿Son entonces siempre los demás los que insultan?

Mire, lo que sí que son insultos son los que recibimos nosotros constantemente. Nos dicen "ultraderechistas", "fascistas", "neofascistas" o de "extrema derecha". También dicen que justificamos el maltrato a la mujer o que vamos en contra de los gais. Lo peor que se le pueda ocurrir a alguien en un insulto, eso es lo que nos han trasladado a nosotros.

¿Cuál sería la causa?

La criminalización que sufre Vox por parte de una inmensa mayoría de medios de comunicación no es porque sea un invento de esos medios, es porque vienen teledirigidos por todos esos partidos de izquierda que han decidido que hay que poner en el punto de mira a Vox. Y eso es un peligro enorme.

¿Por qué?

Porque hay mucho descerebrado por ahí que si ve que hay unos señores a los que les están definiendo como "ultras", "fascistas" o que van "en contra de la democracia", al final ese descerebrado pasa del insulto verbal a la agresión física. Y por eso somos el partido que más agresiones estamos sufriendo. Por tanto, si hay alguien que está violentando la convivencia es la izquierda.

¿Y cómo reaccionan ustedes?

Nosotros aguantamos todo tipo de insultos y desde luego lo que hacemos cuando ya pasan de la raya es acudir a los tribunales. Por eso también ganamos procedimientos judiciales en los tribunales frente a la cantidad de injurias, calumnias, insultos y amenazas que recibimos. Esto parece muchas veces el mundo al revés. Los que te insultan y te dicen que eres un "ultra" son los "ultras" de verdad.

¿Piensa entonces que criminalizan a Vox?

Sí. Se está insultando constantemente y criminalizando a una formación política que probablemente es la más constitucional de todas y por eso es la que más ha acudido al Tribunal Constitucional en defensa de la Constitución. En cambio, somos insultados por unos que quieren romper la Constitución, montar golpes de Estado como los separatistas o acabar con el régimen constitucional. Y esos son los que nos dicen a nosotros que somos unos "ultras".

¿Cuál sería su conclusión en este punto?

Yo creo que a los ciudadanos ya no les engañan. De ahí el ascenso constante de Vox en todas las encuestas, porque los ciudadanos se dan cuenta de que la amenaza real y la violencia viene por parte de esa izquierda tan radicalizada.

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