SUCESOS Y TRIBUNALES

"Mató a su tío asfixiándolo y lo hizo de forma consciente"

Crimen en Inca

Redacción | Miércoles 25 de enero de 2023

La Fiscalía ha incidido este miércoles, en la conclusión del juicio por el crimen de Inca de 2021, que el hombre que mató a su tío asfixiándolo "lo hizo de forma consciente", si bien ha reconocido que comunicó el homicidio a las autoridades y se entregó admitiendo su autoría en todo momento, hecho por el que aprecia una atenuante de confesión.



En el trámite de conclusiones finales, la defensa se ha adherido al informe realizado por la Fiscalía, asumiendo que "en el transcurso de una discusión" el acusado "perdió los papeles, produciendo un resultado fatal y sabiendo que el resultado podía ser ese, la muerte" del anciano, en palabras de su abogado.

El crimen tuvo lugar el 23 de febrero de 2021, en el domicilio en el que el acusado, de 58 años entonces e hijastro del hermano de la víctima, convivía con su tío, de 78 años. Durante una discusión, el acusado agarró al anciano taponándole la nariz y boca y mantuvo la presión hasta que lo asfixió. Al día siguiente se entregó llamando por teléfono a la Policía Local.

En su informe final, la fiscal ha señalado que el relato del acusado, que mantuvo en el juicio, concuerda con todos los indicios recopilados por la investigación. En cualquier caso, la fiscal ha subrayado que el acusado "quiso matar" a su tío "o tuvo que ser consciente de que lo iba a matar, por la propia dinámica de la agresión".

Así, la representante del Ministerio Público ha razonado que "no se trata de un mal golpe" momentáneo, sino que "tuvo que ser un tiempo considerable" el que mantuvo la presión sobre la nariz y boca de la víctima, taponando las vías respiratorias. "Tuvo que darse cuenta de que no podía respirar, de que trataba de defenderse, y a pesar de ello continuó presionando hasta que dejó de moverse y lo mató", ha concluido la Fiscalía, que también ha llamado la atención sobre la fragilidad de la víctima frente a la constitución del acusado.

Con todo, para la Fiscalía ha quedado sobradamente probado que el acusado, antes de que se iniciara cualquier investigación, comunicó el crimen a la Policía, se reconoció como autor de los hechos y participó en la reconstrucción. No obstante, "se trata de unos hechos gravísimos" y deben castigarse con "una pena proporcional".

El abogado del acusado se ha mostrado "de acuerdo en todo" lo que ha señalado la Fiscalía y ha añadido que el procesado carece de antecedentes.

EL CRIMEN DE INCA

El homicidio ocurrió entre las 10.00 y las 11.00 horas. La víctima era hermano del padrastro del acusado y ambos convivían en un domicilio de Inca desde hacía unos meses. El hombre explicó que se inició una discusión entre ambos cuando su tío empezó a hablarle de religión y política.

"Me decía cosas como que las mujeres han nacido para criar hijos, y que quitan el trabajo a los hombres y que yo tenía que darme cuenta", declaró en la diligencia de reconstrucción de los hechos, tras el crimen. Cuando el anciano nombró a su madre, casada con el padrastro del acusado --y hermano del fallecido--, perdió los papeles.

De este modo, admitió que en un momento dado agarró al anciano fuertemente por la nuca con una mano mientras que con la otra le tapó la boca y la nariz haciendo presión, al tiempo que le decía "cállate, cállate".

Así lo arrastró por la habitación y lo colocó sobre la cama, donde mantuvo la presión hasta que finalmente, le provocó la muerte por asfixia. Tras esto, el acusado quitó las botas al cadáver, le puso una almohada bajo la cabeza y lo tapó con una sábana.

Tras el crimen el hombre fue a sacar dinero a una sucursal bancaria e hizo la compra, dejando el cadáver en la casa. A las 11.50 horas la cámara del cajero le captó retirando el dinero en efectivo. Según su versión, lo hizo porque su tío, antes de la discusión, le había encargado retirar 600 euros con su cartilla y depositarlos en una caja en el domicilio.

En la reconstrucción de los hechos, la juez preguntó al acusado por qué lo hizo, si el anciano ya había muerto. El procesado replicó que cuando su tío "marcaba una cosa lo tenía que hacer", que era algo que tenía muy interiorizado. No se quedó el dinero y los agentes comprobaron que se encontraba en la caja indicada por el homicida.

Los indicios recopilados por los expertos forenses y de criminalística revelan que la víctima del trató de defenderse de su sobrino mientras éste le asfixiaba. Lo evidencian los restos de piel del acusado encontrados bajo las uñas del fallecido o las lesiones que presenta el autor confeso.

La patóloga que se encargó de la autopsia destacó la especial vulnerabilidad del anciano, no sólo por su avanzada edad sino también porque en su cuerpo se observaban viejas heridas y secuelas de un accidente sufrido tiempo atrás --un accidente de moto en 1964, según la información aportada por el homicida confeso--. Según la forense, ello pudo contribuir a que la víctima "tuviera menos capacidad de repeler la agresión".

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