Dentro del marco del Plan de control de bares y zonas de ocio de Palma, los agentes pusieron en marcha un dispositivo sobre un local de Palma, ubicado cerca de la calle Aragón.
Los policías pudieron observar el importante número de personas que entraban y salían del establecimiento sin consumir nada. También se fijaron en la actitud del encargado y las actitudes nerviosas que tenía la gente que entraba al local. Las alarmas teminaron de saltar cuando vieron a uno de los clientes salir con una dosis de cocaína. Después de salir este último del local, cerraron la barrera dejando aún gente dentro del mismo.
A partir de ese momento, los agentes decidieron irrumpir en el establecimiento, en el que encontraron dos paquetes que sumaban cerca de medio kilo de cocaína, valorada en en mercado en 30.000 euros. También encontraron 50 blísters de medicamento.
El hombre fue detenido en ese mismo momento por un delito de tráfico de drogas.
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