El juicio del caso Cursach, que arrancó el 13 de junio de 2022 en Palma con una veintena de acusados, ha quedado este miércoles visto para sentencia con sólo dos personas imputadas en la causa, los policías locales Gabriel Mayol y Josep Mayans.
La vista oral, que ha acogido durante cerca de seis meses la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares, ha finalizado así este 30 de noviembre con la mayoría de procesados absueltos, después de que el martes el Tribunal formalizara su absolución tras retirar las partes toda acusación hacia ellos.
Tras meses de juicio, el Ministerio Público optó finalmente por retirar su acusación, al considerar que no existe signo incriminatorio hacia ninguno de los encausados. De hecho, este miércoles, el fiscal Tomás Herranz ha calificado el caso como "un gran fracaso de la Justicia" y ha aseverado que "los acusados han sido víctimas de la injusticia".
Las lágrimas y las voces rotas de dolor han sido protagonistas hoy. Tanto el fiscal como las magistrados y los abogados defensores han mostrado una incontenible emoción al repasar los años de sufrimiento que los encausados han atravesado a causa de la instrucción de Penalva y Subirán.
Antes de dar por finalizado el juicio, la presidenta del Tribunal, Samantha Romero, ha informado del derecho a la última palabra de los procesados -que sólo Mayol ha utilizado- y posteriormente ha ofrecido a los ahora absueltos si querían hacer aportaciones.
Todos ellos han declarado que vuelven "a creer en la Justicia" y algunos han señalado "los verdaderos motivos" que están detrás de la causa: un fiscal (Subirán) enloquecido por la falta de diligencia de la Policía a la hora de solucionarle un problema de ruidos de un aparato de aire acondicionado de debajo de su casa (propiedad de una oficina de Sa Nostra) y "un golpe de estado dentro del cuartel" por parte de policías que aspiraban a ciertos cargos, abrazados por el PSOE palmesano. El nombre de Angélica Pastor ha salido en reiteradas ocasiones.
Uno de ellos, Feliciano Franco, ha llegado a acusar al ayuntamiento de "connivencia" señalando directamente a la actual regidora de Infraestructuras y anterior responsable de Seguretat Ciutadana. "Mi opinión es que son ocho años de legislatura de un pacto de progreso que sacó un rédito impresionante de fustigarnos públicamente en la plaza de Cort", sostiene.
Otro de los que ha empleado su turno de última palabra, el exjefe de la Patrulla Verde Gabriel Torres, ha defendido públicamente al policía Rafael Puigrós, condenado por el acoso a Sonia Vivas. Ha recordado Torres que los responsables de aquella investigación fueron los mismos que ahora están más que cuestionados, por lo que exige "una revisión de su condena".
Por su parte, el agente Carlos Tomás ha relatado la pesadilla de vida que sufre desde el momento en el que le detuvieron. "Acabé en prisión, en una celda con presos comunes, para que me rompiese", ha explicado muy emocionado. Su abogada (y otros compañeros) tampoco podían aguantar el llanto porque, además, ha recordado que todo este proceso le ha granjeado una depresión, la ruina económica y la pérdida de su familia.
El último en hablar ha sido Bartolomé Sbert, que tras unas declaraciones que combinaban enfado y agradecimiento a la justicia, ha abrazado a Cursach, que le ha susurrado que no quería declarar.
El juicio ha quedado visto para sentencia.
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