Uno de los accidentes tuvo lugar de madrugada en la calle Andreu Torrens. Un hombre, de 29 años y bajo los efectos del alcohol, chocó contra otros dos coches aparcados. Hasta allí se desplazaron los agentes que, al ver que el estado en el que se encontraba el joven, le hicieron una prueba de alcoholemia.
La prueba dio positivo. El conductor llevaba 0,68 miligramos de alcohol por litro de aire expirado. Además, tampoco tenía premiso de conducir, lo que motivó que escribieran un informe y avisaran a la autoridad judicial. El coche también fue requisado y se llevó al depósito municipal de Sa Riera.
El otro accidente se produjo días más tarde, también de madrugada. En este caso, un joven de 22 años, también bajo los efectos del alcohol, chocó contra dos vallas y una señal de tráfico.
Los agentes le realizaron una prueba de alcoholemia que también dio positiva, 0,74 miligramos de alcohol por litro de aire expirado, lo que motivó que se hiciera el atestado policial. Este conductor tampoco tenía permiso de conducir, por lo que también inmovilizaron el coche.
En ambos casos los jóvenes fueron los únicos implicados en los accidentes.
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