Para el sevillismo, Son Moix es un estadio de mal recuerdo. El sábado 9 de junio de 2007, los del Barrio de Nervión se presentaron en Palma después de alzar en Glasgow su segunda Europa League. Los de Juande Ramos -con el mallorquín y exbarralet Martí liderando la medular- llegaron al encuentro con la obligación de lograr un triunfo y la esperanza de que ni Real Madrid ni FC Barcelona sumaran los tres puntos frente al Real Zaragoza y RCD Espanyol, respectivamente. De cumplirse la cábala, el Sevilla dependería de sí mismo en la última jornada para levantar el segundo título de Liga de su historia.
A pesar de sus necesidades, los andaluces no cuajaron un buen encuentro. Cabe recordar que no pudieron contar con Kanouté ni Kerzhavoc, ambos lesionados entre semana con sus respectivas selecciones, Malí y Rusia. Por si fuera poco, durante el calentamiento Navas sufrió unas molestias que le impidieron disputar el envite. En su lugar entró el alemán Hinkel.
En el minuto 4, el exbético Varela probó fortuna con un disparo lejano que marchó por encima del larguero. La réplica llegó inmediatamente después, con una internada de Renato que abortó un atento Miquel Àngel Moyà. Poco después, Adriano cayó lesionado y fue reemplazado por el galo Escudé. En el 14, Dani Alvés lo intentó sin fortuna y en el 22, su compatriota Luis Fabiano se topó de nuevo con la inspiración del meta balear.
A la media hora, Arango dispuso de una clara ocasión que salió lamiendo el poste. Poco después, la afición sevillista empezó a saltar. Había marcado Tamudo en el Camp Nou. Y segundos más tarde, hizo lo propio Milito ante el Real Madrid en La Romareda. Ahora sí, la Liga estaba más cerca de Sevilla. Antes de llegar al descanso, Messi empató en Barcelona mientras Palop era amonestado por una dura entrada sobre Arango que debió ser roja.
Tras la vuelta de los vestuarios, Arango y Varela rozaron el gol. Poco después, la desolación invadió el sector hispalense tras conocer las noticias de los tantos de Messi y Van Nistelrooy. A la hora de partido, el malogrado Antonio Puerta malgastó un mano a mano frente a Moyà.
En el 69, y ya con el Real Zaragoza ganando tras el segundo gol de Milito, el italiano Maresca remató flojo con la testa cuando estaba en inmejorable posición y en el 74, Chevanton falló por escasos centímetros. Dos minutos más tarde, Dragutinovic fue expulsado por doble amonestación. A pesar de su inferioridad numérica, los andaluces estaban totalmente volcados y de nuevo el delantero uruguayo desperdició otra clamorosa ocasión.
A falta de diez para el final, Antonio Puerta fue derribado por Jonás al entrar en el área local en una acción que el trencilla prefirió ignorar ante la indignación de los andaluces. En el minuto 84, Maresca fue incapaz de superar a un Moyà totalmente vencido y tres más tarde, Héctor cometió otro claro penalti sobre Luis Fabiano que tampoco fue señalado.
En los últimos minutos, la locura con Palop subiendo a rematar un saque de esquina con el anhelo de repetir el tanto firmado en Donestz mientras, casi simultáneamente, Tamudo con 'El Tamudazo' y Raúl empataban en Can Barça y La Romareda. En ese momento, si el Sevilla marcaba se ponía líder. Pero no lo hizo. Incluso, estuvo a punto de perder en una contra que, incomprensiblemente, Óscar Trejo fue incapaz de finalizar. Así pues, el Real Madrid se postulaba como el claro favorito si bien en la última cita, los blancos debían recibir a su 'Bestia Negra' contemporánea: el RCD Mallorca.
RCD MALLORCA (0): Moyà, Héctor, Nunes, Ballesteros, Fernando Navarro, Pereyra, Varela (Trejo, min. 71), Jonás Gutiérrez, Ibagaza, Arango (Tuni, min. 88) y Víctor Casadesús (Maxi López, min. 66)
SEVILLA FC (0): Palop, Dani Alves, Javi Navarro (Chevantón, min. 56), Dragutinovic, Hinkel (Maresca, min. 46), Martí, Polusen, Adriano (Escudé, min. 9), Renato, Puerta y Luis Fabiano
COLEGIADO: Iturralde González (colegio vasco)
Al acabar el encuentro, la expedición sevillista era un clamor en contra de la actuación del colegiado Iturralde González debido a las dos posibles penas máximas no señaladas. Por su parte, Gregorio Manzano habló sobre la última cita del campeonato en la que los suyos ejercerían de jueces de la Liga y de la actitud del presidente del Real Madrid, José Ramón Calderón, saltando en el césped de La Romareda (con peluca incluida) como si el título fuera matemático. "Si yo fuera del Madrid y sé que nos toca el Mallorca en el Bernabéu, también estaría dando saltos de alegría pero el partido hay que jugarlo. Veremos qué pasa", advirtió el andaluz.
Aquella Liga fue finalmente merengue si bien el RCD Mallorca estuvo a punto de dar la sorpresa en el Bernabéu tras adelantarse en la primera mitad con un gol de un Varela que pudo doblar la ventaja en los primeros compases del segundo acto. El palo evitó el tanto. Luego, Reyes con un doblete y Diarrá obraron una remontada que valió un título.
aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en Twitter y Facebook. Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.