La pandemia propició un nueva modalidad de estafa inmobiliaria que tenía como principales destinatarios a personas necesitadas de una vivienda en alquiler a precios asequibles. Mallorca, con el precio de la vivienda en alquiler por las nubes, no escapó a la picaresca de estos estafadores que no han dudado en colocar pisos inexistentes en la isla para que piquen los más incautos.
El presunto fraude es sencillo, pero sus consecuencias pueden llegar a ser muy dolorosas para los que caen en el mismo: los estafadores colocan anuncios de viviendas en portales inmobiliarios. Son viviendas que seducen al inquilino por su buena presencia y, lo que más llama la atención, por su precio. La realidad es otra. El piso en alquiler no existe, pero el que desea adquirirlo, no lo sabe. Cuando finalmente el futuro arrendatario se decide a alquilarlo, los estafadores le exigen que para que nadie más pueda quedárselo, le tienen que enviar a un determinado correo electrónico su documento de identidad y otros datos como pueda ser la última nómina u otros documentos sensibles.
La correduria de seguros inmobiliarios Arrenta, que detectó esta ilegalidad, corrobora que detectaron este fraude cuando empezaron a recibir notificaciones en las que personas les informaban que habían enviado la copia de su última nómina a un determinado correo electrónico o whatsapp, instando a Arrenta a que realizase un análisis económico y conocer si era posible contratar el seguro de alquiler de la vivienda. Evidentemente, desde esta correduria de seguros no tenían ni idea de este hecho.
Arrenta ha confirmado a mallorcadario este presunto fraude y usurpación de identidad reseñando que "los presuntos estafadores publican anuncios de pisos atractivos que generan el interés de numerosas personas. Tras ello, se les pide datos sensibles que aporta el futuro inquilino que ni ha visto la casa previamente. Con el DNI y las nóminas, los presuntos estafadores pueden hacer numerosas cosas como solicitar créditos, comprar en tiendas o, incluso, alquilar un inmueble con estos datos a nombre de otras personas. Usurpan la identidad de otras personas, entran en el piso y posteriormente dejan de pagar el alquiler".
Arrenta subraya que este tipo de fraude aumentó exponencialmente con la pandemia: "Estos pisos fantasma empezaron a proliferar con la pandemia ya que en esa época era muy complicado ver 'in situ' los pisos que se pretendían alquilar y la gente confiaba en que la oferta inmobiliaria fuese legal, así que lo que hacían eran enviar datos personales sensibles on line".
Esta correduria de seguros inmobiliarios advierte que para no caer en estas trampas, las personas que desean alquilar un piso lo que deben hacer es "comprobar que la vivienda se alquila y visitarla personalmente, sospechar de anuncios que se ofertan con alquileres muy interesantes, a precios reducidos y evitar enviar por ningún medio tecnológico cualquier tipo de información personal sensible".
Por último desde Arrenta se advierte que "los presuntos estafadores suelen actuar en aquellos territorios donde existe una mayor escasez de alquiler y los precios están disparados. Por ello escogen zonas como Mallorca, Madrid, Barcelona, Costa del Sol o Canarias para introducir estos alquileres fantasma e inexistentes".
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