En poco tiempo, se ha pasado del SOS Turismo a volver a plantear límites al turismo. ¿Cómo lo explica?
La de SOS Turismo fue una campaña importante, que contó con el apoyo de empresarios de todos los sectores y los trabajadores. En época de pandemia sucedieron muchas cosas y hubo mucha crispación. Ahora aprovechando los cambios y la nueva ley turística, el Govern anunció esa limitación de plazas. Yo creo que de lo que se tiene que hablar es de la falta de la gestión que siempre ha demandado el sector. Aquí en las islas falta gestión, gestión y gestión. De los flujos turísticos, pero también aprovechando mejor las nuevas tecnologías para otros muchos aspectos.
¿Hasta qué punto hablar de límites resulta un mensaje perjudicial?
Yo creo que el Govern lanza unos mensajes para un público concreto y se puede malinterpretar en nuestros principales mercados emisores si no se explica muy bien cuál es la estrategia. Aquí, en los últimos 20 años, nuestra población ha crecido un 40 por ciento y no se ha hecho nada para facilitar que sean mejores nuestras infraestructuras públicas. Ha habido atascos en las carreteras o falta de servicios públicos, y siempre se relacionaba con el turismo. Yo creo que tenemos que tener muy claro que aquí ni se han mantenido bien las depuradoras, ni las canalizaciones de agua, etc, etc. Tiene que haber una adecuación de las infraestructuras para nuestra población y, luego, tener en cuenta la población flotante que nos llega. Esta limitación de turistas es innecesaria; la limitación ya existía aquí en Mallorca, con un techo de plazas. Hace ya casi dos años que la teníamos y pienso que se obvió cuando se hizo este anuncio que parecía una novedad. Y no lo era en absoluto.
"Ahora prácticamente estamos trabajando para pagar las facturas y ya veremos a final de año cuál es el resultado que queda"
Si nos atenemos a las cifras recientes, julio ha sido un mes espectacular con el 93 por ciento de ocupación de los hoteles de Mallorca.
Hemos de tener muy claro que a pesar de que demanda se ha recuperado gracias al esfuerzo que hemos hecho la situación económica es muy diferente al 2019. Es verdad que desde un primer momento vimos que la tendencia iba a ser positiva durante toda temporada; al menos así parecía con las primeras reservas anticipadas, pero lo que tenemos que ver es el gasto del turista (cómo están viniendo, qué tipo de cliente viene, si son unos mercados regulares, que aguantan…). Y, sobre todo, ver si nuestras medidas, la promoción, las inversiones que hemos hecho para diferenciar el producto… se adecúan al tipo de cliente que viene. Lo que tenemos que hacer es buscar un mejor equilibrio.
¿Cómo se traducen estas ocupaciones en rentabilidad? ¿Cuál la combinación entre precios, inflación y beneficios?
Todos los empresarios sabemos que los escenarios que habíamos planificado, todas las cuentas que habíamos ido haciendo, se han ido cayendo y hemos tenido que reemplazarlas. Y, como vemos que la subida de los costes sigue al alza, va a ser imposible hacer previsiones. Lo que está claro es que estamos en una situación completamente diferente a la del 2019 y los anteriores años de bonanza. Ahora prácticamente estamos trabajando para pagar las facturas y ya veremos a final de año cuál es el resultado que queda. Pero, a día de hoy, puedo asegurar que la situación es muy complicada. Porque además hay muchas empresas que arrastran temas financieros de estos últimos dos años.
"El entorno del negocio en general, aquí, en las Baleares, no es fácil y cada vez más se carga sobre los hombros del empresario un mayor número de trámites burocráticos"
Se vuelve a hablar de límites y también de turismo de calidad como un concepto recurrente cuando se habla de un nuevo modelo. Sin embargo, en Playa de Palma, uno de los destinos con más inversión para mejorar el sector, se siguen viendo escenas de incivismo como las de años atrás.
Es importante el cambio que se ha dado en los últimos años en el sector del alojamiento. ¿Están haciendo los deberes el resto, tanto la oferta complementaria, como sobre todo la administración pública? ¿Somos capaces de dar un golpe encima de la mesa y decir: existe una normativa y queremos realmente ese cambio? Este año es el de demostrar que hay control; es decir, gestión de nuevo. Si hay una ayuda eficaz de la administración para que determinados comportamientos incívicos desaparezcan, vamos a poder demostrar que vamos en serio, porque no basta con crear una normativa; se tiene que demostrar con hechos y tenemos una oportunidad única para hacerlo. Con inspecciones e intervenciones rápidas. Si hay suciedad, la limpieza debe ser inmediata y si sucede un acto incívico, se tiene que avisar enseguida para que acudan las autoridades. Pero todos tenemos que realmente cumplir con el compromiso.
Estos dos años de pandemia tampoco ayudaron porque han sido dos años de un impase y tal vez se olvidaron de esta normativa y ahora hay que volver a recordar que sigue vigente; los comercios también, toda la cadena de valor turística, así como los propios residentes y los empresarios. Las acciones de inspección y control deben ser más ágiles, porque hay muchos procedimientos burocráticos que son farragosos y no facilitan que se pongan las denuncias o que las sanciones se cobren inmediatamente.
Precisamente, como sector, se quejan mucho del exceso de burocracia impuesta por la Administración. ¿En qué lo notan más?
Se nota en todos los sentidos. El entorno del negocio en general, aquí, en las Baleares, no es fácil y cada vez más se carga sobre los hombros del empresario un mayor número de trámites burocráticos. En el sector del alojamiento es brutal; hay muchísima normativa que implica mucha burocracia. Hay que recordar que la mayoría de los hoteles -más del 55 por ciento de los asociados a la FEHM- son hoteles de menos de 100 habitaciones, con lo que no tienen departamentos específicos para hacerle frente y son los propietarios o los directores los que se están echando encima toda esta burocracia. Y esto resta tiempo y dedicación a los clientes y a la operativa propia del negocio, que es lo importante. Si queremos turismo de calidad hay que dedicarle tiempo al cliente para que su experiencia sea mejor.
"Hasta ahora hemos tenido uno de los aeropuertos más competitivos de Europa y tenemos que seguir teniéndolo"
La recaudación de la Ecotasa es otra de estas tareas “delegadas”. Sobre este impuesto ha habido posiciones diferentes dentro del sector. ¿Cómo lo ven ahora?
No ha habido posturas diferentes. El impuesto siempre nos ha parecido que era una doble imposición para el turista que nos visita. Si fuera un impuesto de verdad medioambiental, que se gestionara de forma transparente y fuera eficiente, a lo mejor el turista pensaría que es algo útil , pero desde luego no ha sido así. Durante estos años de pandemia esos fondos se han transferido para situaciones urgentes; pero este 2022 -del que todos dicen que estamos ya en recuperación- esos fondos se han vuelto a ir hacia otros temas que no son medioambientales.
La mayoría de los proyectos se presentan a votación en la comisión en bloque y la administración pública decide si se hacen o no se hacen. Por parte de la FEHM ya hemos pedido cambiar este sistema de funcionamiento. La parte privada (no solo la del sector turístico, sino también las entidades ecologistas) estamos ahí para escuchar porque quien tiene la mayoría en la votación es la administración pública. La realidad de las islas es que a las depuradoras, a las canalizaciones, al agua -que es un recurso natural tan importante- no se le está dando la importancia que se merecen. El primer año dijeron que sí al tema de agua, pero a partir de ahí, nada. Mientras tanto, se habla mucho de sostenibilidad y todo el mundo da por hecho que se llevan a cabo una serie de mantenimientos de servicios que no se están haciendo de forma eficiente.
¿Cuál es la postura del sector sobre la nueva limitación de temperaturas y puertas cerradas que entrará en vigor esta semana?
Para el sector hotelero las medidas de eficiencia energética no son algo nuevo, ya que hace mucho tiempo que las hemos incorporado a nuestros establecimientos con el fin de frenar el impacto ambiental y por la contención de gasto energético. El plazo para la aplicación de las medidas incluidas en el real decreto ley es corto (7dias) y en pleno agosto. Con la operativa al 100%, no da muchas facilidades de aplicación si hay que hacer ciertas inversiones. Las habitaciones no quedan sujetas al decreto al asimilarse a los domicilios y hay otras dependencias que por normativa laboral tampoco está sujetas a estas obligaciones al tener que cumplir determinadas condiciones térmicas para que se den condiciones de trabajo adecuadas. En el resto de instalaciones se dará, como no puede ser de otra manera, cumplimiento a la normativa.
Sin embargo, aunque somos conscientes de la necesidad de control de los consumos, hace tiempo que las administraciones deberían haber aplicado políticas de contención y eficiencia tal como hace la empresa privada con instalaciones para el autoconsumo y uso de energías renovables y evitar así la precipitación en la adopción de medidas que no sabemos la eficacia que tendrán.
"Para luchar contra el incivismo no basta con crear una normativa; se tiene que demostrar con hechos y tenemos una oportunidad única para hacerlo"
¿Están llegando los Fondos Next Generation al sector?
Se han hecho muchos anuncios de que se van repartiendo millones por doquier, pero nadie ha tocado estos millones. Excepcionalmente le diría que hay una convocatoria en la Conselleria de Transición Energética que ya existía anteriormente y que, con la aportación de más fondos, ha permitido que fueran saliendo convocatorias, donde particulares y empresas sí que están optando. Pero el resto sigue siendo una incógnita y el tejido productivo de Baleares no está viendo estos fondos. La verdad es que nos preocupa mucho porque todos estos fondos tienen unas fases de aplicación y una temporalidad muy ajustada que si no se aprovecha a tiempo se pierde. Por otro lado, esta clarísimo que faltan equipos preparados para la gestión de estos fondos; también en esto existe mucha burocracia y lo farragoso que es tramitar todo esto está imposibilitando que lleguen.
¿Hasta qué punto la transformación que persiguen estos fondos debería impulsar la circularidad de la economía local de la que tanto se habla?
Como venimos resaltando desde hace meses, la circularidad de nuestra economía es un objetivo que tenemos que lograr porque es la única vía de diferenciación que tenemos con otros destinos. Si queremos ser sostenibles de verdad lo necesitamos y esos fondos hubieran sido la palanca que lo habría hecho posible. También la nueva ley debe de llegar acompañada con ayudas para incentivar las nuevas inversiones. Esta misma semana se ha mantenido una reunión de trabajo sobre este calendario.
"Para el sector hotelero las medidas de eficiencia energética no son algo nuevo, ya que hace mucho tiempo que las hemos incorporado a nuestros establecimientos con el fin de frenar el impacto ambiental"
¿Qué papel juegan infraestructuras como el aeropuerto en el mantenimiento de la competitividad turística de la Isla?
Es esencial. El aeropuerto es una infraestructura imprescindible para el archipiélago, por lo que debe estar siempre actualizado, en temas de seguridad, de comodidad… Hasta ahora hemos tenido uno de los aeropuertos más competitivos de Europa y tenemos que seguir teniéndolo; y no es sólo por un tema de ampliación, sino de estar en primera línea. Hay que estar preparados y las nuevas tecnologías que aparecen debemos adaptarlas, así como mantener las inversiones.
¿Cómo gestionan la falta de taxis?
Lo que está claro es que, por mucha inversión que haga el sector empresarial, al final dependemos de servicios cuyas competencias son de la administración pública. En casos como este éste, la experiencia del turista se ve muy afectada. Con los taxis, ya en el 2021, y antes, se vieron muchas deficiencias. Tras la mala experiencia del año anterior, planteamos a la Federación de Municipios que todos los ayuntamientos trabajaran para ampliar las licencias de taxi. Lo hicimos a nivel general pensando en aglutinar a todos los ayuntamientos.
"Sobre los fondos Next Generation se han hecho muchos anuncios de que se van repartiendo millones por doquier, pero de momento nadie ha tocado estos millones"
¿Hay otras opciones?
Existen otras medidas como son la de establecer convenios entre distintos ayuntamientos para que se facilite que cuando un taxi va a un municipio vecino, pueda recoger clientes a la vuelta. El cliente lo que no entiende es que cuando se acerca un taxi, y hay una cola enorme, el taxista diga: “Lo siento está prohibido; me pueden poner una multa de 3.000 euros porque yo soy de Calviá y ahora estoy en Palma”.
Y hay otras formas de movilidad que no son factibles en la isla porque los que tienen la competencia para autorizarlo deciden que no sea así. Hay licencias de VTC que a lo mejor se han sacado aquí pero que se están utilizando en otras provincias. Se habla mucho de sostenibilidad pero nadie trabaja desde un plan integral en la isla. De nuevo, también aquí, falta gestión pura y dura para pensar realmente que vamos hacia un turismo más sostenible y competitivo. Algo que no ocurre cuando la centralita de taxis de muchos municipios ni siquiera coge el teléfono. Ya no es que algunos clientes pierdan vuelos; es que se pueden ocasionar consecuencias graves que afecten al destino.
¿También sufren carencias del servicio de autobuses públicos?
Con la red TIB el problema es de frecuencias en ciertas zonas, que no se ajustan a las necesidades de muchos de nuestros trabajadores. Lo que está claro es que si, como dicen los que gobiernan, se quieren quitar coches de la calzada, hay que apostar por el transporte público, que incluye tanto al taxi como a los autobuses. Además hay que ampliar el tiempo, la programación no se puede limitar a 6 meses si pretendemos logar la tan ansiada desestacionalización.
¿Que el 2023 sea un año electoral, le provoca alguna inquietud sobre la gestión de los temas pendientes?
Lo que no hay que hacer, como hemos visto últimamente, es que se produzca una relajación, porque la intensidad sigue estando ahí y, efectivamente, me preocupa que los políticos se despisten por otros temas. El año que viene es año de elecciones, a pesar de lo cual no tenemos que dejar de concentrarnos en todas las amenazas que tenemos y los retos que tenemos por delante.
"Me preocupa que con la llegada de un año electoral los políticos se despisten en la gestión de otros temas"
Cuando accedió a la presidencia de la FEHM en 2018 no podía imaginar -ni usted ni nadie- el tiempo que le tocaría vivir, con una pandemia mundial, el cierre del sector, una guerra en Europa, la crisis... ¿Con qué se queda de todos estos años?
He visto mucha unión en el sector; no solo aquí, sino también a nivel de España y de Europa. El turismo balear ha sido un referente siempre a nivel mundial y se nos ha dado mucha voz en estos últimos años, lo que hemos intentado aprovechar para participar en la gestión. En 2020 nos comprometimos a abrir enseguida, siempre que pudiéramos y con el mercado que pudiéramos. Fuimos nosotros los que iniciamos el plan piloto y dijimos al mundo que se podía trabajar a pesar de la pandemia. Y este año, a pesar de estar en medio de la pandemia, a partir de febrero y de marzo ya vimos cómo el sector abría sus puertas. Creo que es importante recordar que es así como se tiene que trabajar. No podemos relajarnos.
¿Y en lo personal?
Han sido y siguen siendo unos años de mucho aprendizaje. Hemos trabajado mucho en temas de solidaridad y ha sido un aprendizaje con muchos sobresaltos y con una intensidad anteriormente nunca vista, como en una montaña rusa. El equipo de la FEHM estuvo dedicado 24 horas, con fines de semana incluidos. Creo que también el acompañamiento y asesoramiento a los asociados ha sido muy reconocido y valorado por su parte.
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