Los hechos tuvieron lugar el pasado domingo, alrededor de las 23.10 horas, en la calle Comte de Barcelona tras recibir varias llamadas telefónicas en la Sala del 092 motivadas por el alto volumen de la música de un local.
Hasta allí se personó la Patrulla Verde, pudiendo constatar que la música era perceptible a decenas de metros del establecimiento.
Señalar que, cuando se acercaban al restaurante, uno de los propietarios avisó al chico que estaba poniendo la música para que apagara el equipo. Sin embargo, los agentes le instaron que mantuviera el volumen para proceder a efectuar una medición sonométrica. El joven hizo caso omiso, desobedeciendo a los agentes y dificultando intencionadamente la inspección.
Por su parte, uno de los propietarios provocó con una actitud beligerante que los clientes llegaran a acometer contra los agentes de paisano, a pesar de que estos se identificaron en numerosas ocasiones como agentes de la autoridad.
Una vez solicitadas patrullas uniformadas, se procedió a identificar a las personas que habían cometido las perturbaciones, a los propietarios y al chico que ponía la música para formalizar las denuncias correspondientes: obstaculizar la labor inspectora, provocar perturbaciones del orden en el local producidas por los clientes, no disponer de seguro la actividad, desprecio a los agentes, incumplir las condiciones de la licencia al realizar una actividad musical.
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