Podría titularse: El Soib paga al ente público Fogaiba 5.300 euros al mes por el alquiler de unos locales en la plaza de Santa Eulalia de Palma que desde diciembre son propiedad de dos organizaciones argrarias. Y así es. También es cierto que algunas gestiones notariales y registrales aún están pendientes. Pero es igualmente verdad que desde hace tres meses el Fogaiba no tiene ningún derecho sobre el escaparate de veinte metros que el Soib emplea en el mismo corazón de la ciudad. Y, por qué lo hace. Porque tanto la planta baja del nº 7 de la citada plaza como el primer piso fueron arrendados en conjunto por el Fogaiba al Servei d'Ocupació y en la actualidad el local de la planta baja, un sótano y un almacén pertenecen a Asaja, y el primer piso, a Unión de Pagesos. Esta última organización aún no ha acabado de formalizar todos los trámites burocráticos.
Y dicho esto, hay que echar marcha atrás, a ese último mes del pasado año, cuando la consellera de Agricultura, la podemita Mae de la Concha, inició el reparto de los fondos en efectivo de las disueltas cámaras agrarias a las organizaciones profesionales del sector, cuyos afiliados habían pagado durante muchos años, históricamente desde el tiempo de la República, las cuotas a que estaban obligados para el ejercicio de su actividad.
Según el acuerdo de reparto suscrito en marzo de 2021, la liquidación se había de hacer en el mes de diciembre. Y llegada la fecha, se repartieron 628.755 euros entre seis organizaciones agrarias de Baleares: Asaja (139.692 euros), Unió de Pagesos de Mallorca (80.230 euros), Unión de Pagesos de Menorca (103.246 euros), UPA-AIA Baleares (99.092 euros), Agrame (103.246 euros) y Fagme (103.246 euros). Mae de la Concha consideró que el retorno del patrimonio de las cámaras agrarias era un hito histórico. "Estos fondos en efectivo permitirán fortalecer las organizaciones agrarias y les dará un impulso en su labor de apoyo al sector", auguró.
Algo así comentó el presidente de Asaja, Joan Simonet, al valorar positivamente la entrega de un patrimonio que llevaban reclamando desde hacía 20 años y que ningún gobierno anterior quiso entregar. La alegría de Simonet es doble: por un lado, el efectivo que ingresa en la cuenta de Asaja; y, por otro, el alquiler que van a recibir del Soib todos los meses y que supondrán unos 3.000 euros. Cuando este digital le planteó la opción de venta del inmueble de Santa Eulalia, Simonet no la descartó, aunque por el momento se conformaban con las rentas del Soib. El local con cristalera a nivel de la calle en la citada plaza tiene un valor de mercado de 4.000 euros metros cuadrados. Por tanto, Asaja tiene un inmueble en el centro histórico de Palma valorado en unos 720.000 euros; cinco veces más que lo que recibió en efectivo.
El Fogaiba es el ente encargado de hacer la liquidación del patrimonio de las cámaras. Hace tres meses se firmaron ante notario la cesión de un inmueble a la Cooperativa de Llucmajor y uno en Consell, al Ayuntamiento. El de Ferreries también se cedió al consistorio. En relación a las tres organizaciones agrarias que se habían de repartir como buenos hermanos los bienes inmuebles, Asaja se quedó la mencionada planta baja de la plaza de Santa Eulalia y la sede de Secelles; Unió de Pagesos, el piso superior al de Asaja en Santa Eulalia y la sede de Sant Joan; y UPA, dos pisos en la calle Anselm Clavé de Palma y la sede de Montuïri.
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