En la actualidad hay contabilizados un total de 332 ejemplares, según ha informado este miércoles en una nota la organización conservacionista Seo BirdLife.
La isla es uno de sus últimos refugios sin embargo, a mediados de los 80, este ave rapaz de casi tres metros de envergadura vivió uno de los peores momentos en la isla y estuvo a punto de desaparecer, ha recordado la entidad, que ha destacado que la población ha aumentado "gracias a un esfuerzo de conservación enorme".
La organización conservacionista española ha explicado que es una de las más activas en la lucha contra el veneno, uno de los peligros que amenazan a esta especie y que, gracias a la colaboración de sus socios, pueden detectar problemas concretos de conservación, denunciarlos y personarse en los tribunales en casos de envenenamiento.
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