Sturridge llegó a un acuerdo con el club balear, antes del inicio de esta temporada, para integrarse en la disciplina de la entidad, en calidad de futbolista a prueba, con el objetivo de demostrar que, tras un año y medio sin pisar un terreno de juego, podía recuperar un nivel competitivo suficiente y formar parte, a todos los efectos, de la plantilla que dirige Luis García Plaza.
El punta británico aterrizó a la isla como agente libre tras rescindir, en marzo de 2020, su contrato con el Trabzonspor turco por un asunto relacionado con las apuestas ilegales que le acarreó una sanción de cuatro meses de inhabilitación para la práctica del fútbol profesional. El origen del caso fue una confidencia de Sturridge a su hermano aconsejándole que apostara por su traspaso al Sevilla, en enero de 2018.
Sin embargo, su rendimiento en los entrenamientos no ha acabado de convencer al cuerpo técnico del Real Mallorca, hasta el punto de que García Plaza siempre respondía a los periodistas con evasivas cuando se le preguntaba por el futuro del exjugador de Manchester City, Chelsea, Boston Wanderers, Liverpool, West Bromwich Albion y Trabzonspor.
"Sturridge está entrenando con nosotros y luego de un periodo de tiempo se verá si sigue o no", acostumbraba a indicar el técnico bermellón cada vez que se le interpelaba acerca del jugador inglés. A pesar de reconocer que se trata de un futbolista de calidad, García Plaza solía argumentar que llevaba mucho tiempo si jugar y esgrimía la necesidad de que tenía que "recuperar su mejor forma" antes de considerarle un elemento válido para la Primera División española.
El internacional, por el contrario, siempre se mostró optimista con respecto a la posibilidad de quedarse en la isla. A principios del mes de agosto, Sturridge escribió el siguiente texto en su cuenta de Twitter: "Nada mejor que la sensación de marcar goles. Incluso en un partido a puerta cerrada (con jugadores bermellones del fútbol base), marcar me hace sentir increíble. Sintiéndome cada vez mejor a medida que pasan los días. No puedo esperar para llevar a cabo un juego adecuado cuando llegue el día y mostrarle al mundo mi talento. Dios es bueno".
Finalmente, sin embargo, los presagios de Sturridge sobre su futuro como mallorquinista no se han cumplido y el futbolista ha acabado enrolándose en el Perth Glory, equipo de la Liga australiana.
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