El PAMI se puso en funcionamiento en abril y los delitos más comunes que cometen los menores son infracciones irrelevantes contra el patrimonio, lesiones, acoso o hurtos, que en su mayoría tienen que ver con conductas o actitudes agresivas, provocadas por la falta de control y gestión emocional de la rabia y de la frustración, ha informado el IMAS en un comunicado.
En cuanto a la persona perjudicada, mayoritariamente son otros adolescentes, seguido de empresas privadas y personas mayores. De manera minoritaria también son afectados los organismos públicos.
El municipio con más incidencia de estos delitos es Palma, seguido de Manacor, Calvià, Capdepera y Felanitx.
El IMAS se coordina con los policías tutores de Mallorca para trabajar con los menores de 14 años infractores.
La institución insular puso en marcha en abril este programa de intervención educativa específico para cada joven, en función de su situación personal, entorno familiar y social y vinculado a la infracción para disminuir las posibilidades de reincidencia
La directora insular de Infancia y Familia del Consell de Mallorca, Mari Ángeles Fernández, ha explicado este lunes a los policías tutores de Mallorca los primeros resultados del PAMI.
Mallorca, la Comunidad Valenciana y Aragón son los únicos territorios españoles que cuentan con este recurso que tiene como finalidad prevenir, evaluar, corregir o derivar situaciones de conflicto social mediante la educación de la juventud en valores de convivencia y la introducción de cambios en el entorno familiar y social que posibiliten el desarrollo integral como persona.
El IMAS subraya que a los menores de 14 años que comenten hechos considerados delitos por el Código Penal no se les puede exigir responsabilidad penal y quedan excluidos de la justicia penal juvenil.
Cuando se da un caso, la Fiscalía de Menores lo notifica a la autoridad competente en materia de protección, que en Mallorca es el IMAS, para que valore la situación y promueva las medidas de protección oportunas.
En este sentido, ha explicado Fernández, el programa parte de la necesidad de ofrecer una respuesta educativa y terapéutica que permita a estos jóvenes una reparación efectiva, una toma de conciencia de los hechos y de las consecuencias, para evitar que reincidan.
Por ello ha añadido, el adolescente debe ser protagonista y parte activa de su propio proceso de reparación, lo que se consigue estimulando las habilidades socio-cognitivas y trabajando, no sólo con él, sino también con su entorno y con la víctima.
En cada caso derivado se le asigna un educador social de referencia, para que lo valore y determine el recurso más adecuado para iniciar el proceso, que tiene en cuenta tres factores: la situación personal y familiar, el hecho infractor y la víctima.
El equipo lleva un control telefónico constante de las familias que participan en el programa, la mayoría de las que se ha mostrado colaborativa y ha participado.
Las entrevistas presenciales iniciales se complementan con otras de seguimiento y conciliación o con la persona perjudicada. A raíz de éstas, algunos de los menores han sido derivados a talleres socioeducativos vinculados con la infracción cometida.
Con todo, un 63 por ciento de los casos derivados permanecen abiertos o están en proceso.
Actualmente, hay dos talleres en marcha, uno en Palma y otro en Manacor, de habilidades sociales y pensamiento prosocial y, de manera inminente, comenzarán cuatro más: un taller de radio (Escúchate), otro de habilidades sociales y pensamiento prosocial, de convivencia y otro para aprender a tomar decisiones.
Suscríbase aquí a nuestro boletín diario. Síganos en Twitter y Facebook. Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.