Antes de eso, el equipo entrenado por Oscar Troya había hecho los deberes venciendo este domingo a domicilio al Villarrobledo (1-2), gracias a los goles anotados por Dani Benítez y Mateu Ferrer, que dieron la vuelta a un marcador que el propietario del terreno de juego había puesto inicialmente a su favor.
Con esta victoria, la salvación del Poblense pasaba por el resultado con el que finalizara el duelo entre Villarrubia y Las Rozas. Un empate entre ambos contendientes otorgaba todavía algunas opciones al conjunto blaugrana para atar la permanencia en la última jornada, que se disputará este domingo y en la que el equipo mallorquín ha de recibir al Socuéllamos.
Sin embargo, un tanto del Villarrubia con el tiempo reglamentario ya cumplido, liquidó cualquier posibilidad de que el Poblense pueda alcanzar la tercera posición de su grupo y, de esta manera, militar la próxima temporada en la Segunda RFEF.
El club que preside Miquel Molondro ha confirmado en redes sociales el descenso matemático, si bien ha expresado su intención de finalizar la campaña con una victoria en sa Pobla, el próximo domingo, ante el Socuéllamos, a pesar de que los puntos en juego ya no tienen ningún tipo de trascendencia en el futuro deportivo inmediato de la entidad.
La UD Poblense solo se ha podido mantener una temporada en Segunda B después del ascenso materializado la temporada anterior. Los malos resultados en su propio feudo han pasado factura al conjunto de Troya, que, en cualquier caso, ha puesto de manifiesto en todo momento un nivel muy alto de espíritu competitivo y ha vendido muy cara su piel antes de hincar definitivamente la rodilla.
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