ECONOMÍA

Las reservas de cruceros en Baleares suben hasta superar en diciembre el dato de 2019

La evolución del Covid-19 determinará la recuperación del sector en Mallorca

Josep Maria Aguiló | Jueves 25 de junio de 2020
Una de las incógnitas de la recién iniciada temporada turística en Mallorca es intentar saber si los cruceros que desde hace meses tenían programado hacer escala en la isla mantendrán finalmente sus planes iniciales. La resolución de ese interrogante dependerá, esencialmente, de la evolución de la pandemia del coronavirus en las próximas semanas. Otra incógnita a confirmar es si, como parece ahora, a partir de agosto el número total de llegadas al puerto de Palma puede ser lo suficientemente relevante como para considerar que, de algún modo, se podría llegar a salvar económicamente la temporada de este año. En cualquier caso, de momento todo ello son sólo meras hipótesis, porque el Gobierno mantiene por ahora la prohibición de entrada a España de cruceros hasta el final de la actual crisis sanitaria.

Según los datos provisionales y circunstanciales de que dispone ahora mismo la Autoritat Portuària de Balears, a lo largo del próximo mes de julio está prevista la llegada de sólo tres cruceros a Palma, lo que supondría, de confirmarse, un descenso del 96,15 por cien con respecto al mismo periodo del año pasado, en el que llegaron 78 buques en total al puerto de la capital isleña. Los datos mejoran de manera sensible si se toma como referencia el mes de agosto, con 35 escalas ya programadas, lo que representa una disminución del 55,13 por cien en relación al mismo mes de 2019, en el que también llegaron 78 cruceros a Palma.

La evolución positiva de las estimaciones continúa en septiembre, ya que se prevé que atraquen en ese mes 48 buques. En el mismo periodo del año pasado llegaron 71 en total, pero porcentualmente el descenso sería ya sólo de un 32,39 por cien. En cualquier caso, fuentes oficiales de Ports de Balears han explicado a mallorcadiario.com que todas esas cifras corresponden a «reservas que los consignatarios mantienen por ahora», lo que significa que «todavía no hay confirmación de que todos esos cruceros vayan efectivamente a venir». Cabe recordar que los consignatarios son los representantes o agentes de las distintas compañías navieras en los puertos.

Pimeco pide a las compañías de cruceros que mantengan las escalas programadas

Instan a estas empresas a que sigan apostando por Mallorca

Leer más

Las perspectivas a principios de este 2020 eran completamente distintas a las actuales. Así, antes del inicio de la crisis por el Covid-19, se esperaba que a lo largo de este año llegarían al puerto de Palma un total de 586 cruceros, que transportarían en su conjunto a algo más de dos millones de personas. Esos buenos números estaban, además, en consonancia con los que se habían contabilizado ya en los últimos ejercicios.

UN DEBATE RECURRENTE

Hace apenas un año, nadie podía imaginar lo que está sucediendo justo ahora en este sector vacacional específico. De hecho, el debate estaba centrado entonces en valorar si llegaban o no demasiados cruceros a la isla. En ese contexto, en junio de 2019 diversas personalidades vinculadas a Mallorca firmaron el "Manifiesto contra los megacruceros", un documento impulsado por una veintena de entidades ciudadanas. Entre quienes suscribieron ese manifiesto se encontraban el pintor Miquel Barceló, la académica Carme Riera, el diplomático Jorge Dezcallar o la cantautora Maria del Mar Bonet. En el citado documento se pedía, entre otras medidas, "poner límites a la afluencia de megacruceros en el puerto de Palma, con un máximo de uno al día, regulando las visitas de los cruceristas a un número máximo de 4.000 personas diarias".

Fue también en junio del pasado año cuando las principales patronales del pequeño y mediano comercio de la isla presentaron un comunicado conjunto bajo el epígrafe "El sector empresarial de Mallorca, en contra de limitar la llegada de turistas de crucero", en el que se defendía que la llegada de esos buques era buena para la economía balear. Unas semanas después, en julio, un total de 41 entidades empresariales y de comerciantes firmaron un manifiesto denominado "Sí a los cruceros", en el que se reivindicaba "la importancia que tiene dicha actividad en la vida social y económica de los comercios y empresas de Palma".

Autoridad Portuaria modifica el sistema de reservas de atraque de cruceros

Ante la expectativa de la moratoria de 2022

Leer más

Por su parte, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Palma pidió en aquellas fechas a la Autoritat Portuària de Balears avanzar en la limitación de los cruceros. Ya mucho más recientemente, el pasado mes de febrero, el Govern incidió en esa línea, al anunciar que solicitaría a la Autoritat Portuària que no confirmase ninguna reserva de atraque en el puerto de Palma para ningún crucero a partir del 1 de enero de 2022. El objetivo que perseguía el Ejecutivo regional con esa petición era disponer de un marco de tiempo suficiente para continuar las negociaciones con el sector, en busca de un acuerdo que permitiera regular y limitar los cruceros para "lograr un turismo más sostenible".

EL FUTURO INMEDIATO

El citado debate político y social, ahora momentáneamente aparcado, podría volver a ponerse sobre la mesa el próximo otoño, sobre todo si se confirmasen las actuales previsiones de cruceros para los tres últimos meses del año. En octubre, por ejemplo, se espera la llegada de 71 buques al puerto de Palma, sólo 12 menos que en el mismo periodo del pasado año, lo que representaría un descenso porcentual de sólo el 14,46 por cien. Las perspectivas son de momento aún mejores para noviembre y para diciembre, ya que en ambos meses se prevén incluso sendos incrementos de cruceros con respecto a 2019. Así, hay ya reservadas ahora mismo 38 y 18 escalas, respectivamente, frente a las 34 y las 16 que hubo en noviembre y en diciembre del pasado año.

Los puertos de Baleares recibieron 2,6 millones de cruceristas en 2019, un 9,3 por ciento más

9,3 millones de cruceristas pasaron por Baleares en 2019

Leer más

Uno de los elementos esenciales que tendrán en cuenta las distintas navieras a la hora de confirmar o no las reservas que tienen ya hechas ahora será el número final de pasajeros inscritos en cada viaje. A diferencia de lo que ocurría en los cruceros de los años setenta y ochenta -como los de "Vacaciones en el mar"-, los actuales buques turísticos son verdaderas ciudades flotantes, que pueden llegar a transportar a miles de personas en una sola ruta. Esa circunstancia obliga a contar con un elevado número de trabajadores de manera estable y a hacer grandes inversiones. En ese sentido, la actual falta regular de ingresos de la mayoría de compañías podría llegar a implicar, de perpetuarse, que algunas de esas empresas se vean obligadas a solicitar concurso de acreedores, como por ejemplo ha ocurrido ya esta misma semana con Pullmantur.

El único precedente equiparable a nivel económico en relación a lo que está sucediendo hoy en el sector fue la crisis del petróleo de 1973, que provocó el cierre de varias navieras por no poder hacer frente al constante incremento en el precio del combustible que se dio a partir de ese año. En aquella época, muchos transatlánticos que cubrían inicialmente sólo líneas regulares empezaron a su vez a realizar también cruceros, situación que acabó afectando igualmente de forma negativa a esos buques. La crisis vivida hace casi cinco décadas acabaría siendo finalmente superada. El objetivo del momento presente es también intentar dejar atrás lo antes posible esta sobrevenida crisis actual.

TEMAS RELACIONADOS:


Noticias relacionadas