La Policía Nacional les acusa de la quema de dos baterías de contenedores: el último, de la calle Poeta Guillem Colom, y otro el 16 de enero en la calle Jaume Ferrán, a la altura del número 66, a las 03:45 horas. En este último caso, además de los contenedores se vieron afectados varios vehículos. En estos casos los daños se valoran aproximadamente en más de cien mil euros.
Además, a uno de ellos se le atribuye además la tentativa de quema de dos contenedores en la calle Pablo Iglesias el pasado 25 de febrero, aunque éstos no llegaron a arder.
No obstante, los hechos se siguen investigando para determinar su participación en otros incendios y la intervención de otras personas. Además de que no se descarta la presencia de varios pirómanos, "ya sea por su naturaleza como imitador u otros".
DOS BIDONES CON MATERIAL INFLAMABLE EN SU CASA
Una cámara de vigilancia pública los grabó cuando uno de ellos lanzaba un trapo en llamas a uno de los contenedores en la madrugada del domingo, obligando a evacuar a los vecinos del edificio a la azotea y afectando a varios coches estacionados en la zona.
El dispositivo de Policía Nacional y Local de Palma se puso en marcha y horas más tarde eran arrestados. Además, se procedió a registrar dos domicilios y en ellos se intervinieron dos bidones metálicos de cinco litros cada uno, con material inflamable, así como ocho mecheros.
"PODRÍA HABER SIDO UNA TRAGEDIA, EL FUEGO ERA INMENSO"
Por su parte, los dos agentes de la Nacional que primero llegaron al lugar de los hechos han explicado ante los medios el escenario que se encontraron. "Nos avisaron por radio y acudimos rápidamente al lugar. Allí nos encontramos con un contenedor en llamas, el fuego se propagaba rápido e impedía desalojar a los moradores por la puerta", ha indicado el subinspector Miguel Córcoles y el policía Manuel Fajardo. Por ello, el subsinspector rompió el cristal de la puerta de entrada con un rompelunas y fueron tocando puerta a puerta para despertar a los vecinos, entre ellos ancianos y niños.
Entre los dos agentes fueron subiéndolos a la azotea antes de que el fuego y el humo se colasen por puertas y ventanas. Allí permanecieron 20 minutos hasta que llegaron los bomberos llegaron y contuvieron la situación. En declaraciones a la prensa, han indicado que los vecinos estaban "indignados" por la situación. "Muchos nos decían que creían que la Policía no hacía nada por detener a los responsables de estos actos, cuando no es así. Llevamos mucho tiempo con un dispositivo montado", han asegurado. Tanto Policía Nacional como Policía Local de Palma tienen a numerosos efectivos dedicados a esta investigación, apuntan fuentes oficiales.
"Fue muy grave y podría haber sido peor", afirman. "La gente estaba durmiendo, su capacidad de reacción era menor". Además, la presencia de tantos vehículos aparcados en la zona tensaba la operación ya que "podría haber saltado todo por los aires".
Hay que recordar que la Policía ya detuvo a otro varón en el Arenal por su implicación en la quema de al menos 30 contenedores de esa zona.