Tras la muerte, el pasado 6 de febrero, de Liu Wenliang, el médico que alertó sobre la aparición del coronavirus, este martes se ha confirmado el fallecimiento de Liu Zhiming, director de uno de los principales centros hospitalarios de Wuhan, la ciudad china que constituye el foco originario de una infección que ha alcanzado ya escala mundial.
Zhiming estaba al frente de uno de los hospitales que acoge un mayor número de enfermos por coronavirus en China. Las primeras noticias indican que el médico resultó contagiado y este martes, hace escasas horas, se ha anunciado su óbito.
Entretanto, continúa la odisea del crucero ‘Diamond Princess’, quien permanece varado desde hace ya dos semanas en el puerto japonés de Yokohama después de detectarse un caso positivo de coronavirus que afectó a un pasajero que abandonó esta embarcación en Hong Kong, el primer día de febrero.
A partir de ese momento, el barco fue puesto en cuarentena y los cerca de 3.000 ocupantes se ven obligados a permanecer a bordo sin tocar tierra mientras son sometidos a todo tipo de análisis para determinar su exposición al virus. Hasta ahora, se han registrado 454 diagnósticos positivos.
En cualquier caso, si la hoja de ruta trazada por el Gobierno japonés se cumple, este miércoles se dará por finalizado el período de cuarentena y se iniciará la operación de desembarco de los pasajeros, que se prolongará hasta el próximo viernes. De momento, Japón únicamente ha permitido que pisen tierra los pasajeros enfermos, los cuales han sido trasladados a diferentes centros hospitalarios de Yokohama.
No obstante, los países de procedencia de los ocupantes del ‘Diamond Princess’ están dispuestos a arbitrar sus propias medidas. Así, Reino Unido ya ha anunciado que está trabajando para proceder a la evacuación de los pasajeros británicos que se hallan en el crucero, y en este mismo sentido se han pronunciado los gobiernos de Canadá, Corea del Sur, Australia y Hong Kong.
Estas no serían las primeras evacuaciones de pasajeros que se producen desde que se declaró esta crisis, ya que el pasado domingo Estados Unidos rescató de la embarcación a más de 300 ciudadanos norteamericanos de los que catorce han dado un resultado positivo en coronavirus. Aún así, se hallan ya de regreso a su país, si bien sometidos a medidas de aislamiento.