Olivia de Havilland, la última gran estrella del cine clásico ha fallecido a los 104 años de edad en París. Olivia obtuvo dos Oscars como mejor actriz.
Se puede considerar como la última superviviente del cine clásico de Hollywood. Su papel como actriz de reparto en la película Lo que el viento se llevó, la encumbró a la fama aunque también supo brillar en otras películas.
Su interpretación en la obra de Shakespeare "Sueño en una noche de verano" le abre las puertas del cine, aunque fue el director austríaco Max Reinhardt quien la introduce en el séptimo arte al proponerle hacer el mismo papel en la gran pantalla.
En 1939 salta a la fama con su papel de Melanie en la película Lo que el viento se llevó.
En 1941 se presenta de nuevo ante los Oscars como candidata al premio como mejor actriz principal por su trabajo en “Si no amaneciera”.
Mujer de gran personalidad, luchó contra los abusos de las productoras estadounidenses y en los años 60 se muda a París donde lleva una vida muy discreta y alejada de la fama.
Se casó dos veces y tan solo se ha dejado ver para recibir premios y reconocimientos.