El bebé de 23 meses, Alfie Evans, ha muerto en pleno centro de una batalla legal en el Reino Unido. Su fallecimiento ha tenido lugar la madrugada de este sábado en el hospital Alder Hey de Liverpool, según ha confirmado su padre.
Casi una semana antes, los médico desconectaron la respiración asistida al pequeño, con una enfermedad degenerativa irreversible, pese a la oposición de sus padres. "Mi gladiador ha rendido su escudo y ha ganado sus alas... Con el corazón totalmente roto. Te quiero mi chico", ha escrito su padre, Tom Evans, en un mensaje en Facebook.
El niño nació en mayo de 2016 y fue desenchufado de las máquinas que le mantenían con vida el pasado lunes, en contra de la voluntad de sus padres, dos jóvenes de 20 años de Liverpool, después de que los médicos dictaminaran que no había cura para la patología del pequeño. Según los especialistas, el pequeño no sobreviviría más de unos minutos sin asistencia artificial, pero tras su desconexión el pequeño Alfie ha continuado respirando por sus propios medios varios días.
Reacciones en Balears
El Instituto Balear de la Familia ha enviado un comunicado donde lamenta la muerte del pequeño Alfie Evans. En dicho escrito, critican el recorte al derecho de la patria potestad de los padres del pequeño por los tribunales ingleses. En concreto, los progenitores de Alfie Evans, asistidos por colectivos religiosos, estaban librando una batalla legal con los médicos del hospital, que ha durado cuatro meses. El pasado martes, un juez del Tribunal Superior de Manchester denegó a los padres la posibilidad de trasladar a Alfie a Italia, donde se le había ofrecido continuar con su tratamiento. Los padres recibieron el respaldo del papa Francisco y del Gobierno italiano, que había dado la nacionalidad al niño con la idea de trasladarlo a Roma para que siguiera recibiendo atención médica.
Así, el IBFamilia califica esta decisión médica de eutanasia y denuncian la falta de sensibilidad por parte de las autoridades médicas y legales inglesas; así como de la diversas trabas administrativas que han negado la voluntad de los padres.