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Hermoso en el juicio a Rubiales: 'Me sentí poco respetada desde el primer momento'
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Hermoso en el juicio a Rubiales: "Me sentí poco respetada desde el primer momento"

Por Redacción
lunes 03 de febrero de 2025, 10:43h

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La Audiencia Nacional ha dado comienzo este lunes al juicio al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales, acusado de delitos de agresión sexual y coacciones a Jenni Hermoso en relación al beso que la dio tras la final del Mundial de 2023 y que ella asegura que no consintió. La futbolista ha explicado que se sintió violentada y «poco respetada» nada más recibir el beso en la boca del expresidente de la RFEF Luis Rubiales tras ganar el Mundial y ha asegurado que no escuchó que le pidiese «un piquito», como él asegura, pero si lo hubiese oído tampoco habría consentido.

«No lo aprobé», ha dicho tajantemente la internacional en la primera sesión del juicio que acoge este lunes la Audiencia Nacional contra Luis Rubiales y tres ex altos cargos de la Federación por el beso no consentido que le dio el expresidente de la RFEF y las presiones a las que asegura se la sometió para que lo justificase.

Aquel beso que Rubiales le dio tras proclamarse campeonas de la final del Mundial de Sídney (Australia), el 20 de agosto de 2023, cambió su vida «desde el primer momento» y no le dejó disfrutar del triunfo como habría querido, ha lamentado la jugadora, que ha dicho sentir que desde entonces su vida parece que se quedó en «stand by».

«(…) Sabía que me estaba besando mi jefe y esto no ocurre ni debe ocurrir en ningún ámbito laboral o social», ha denunciado Jenni Hermoso, que ha confesado que se siente aliviada de vivir en México, donde juega en el CF Pachuca, por la presión mediática que vivió tras aquel episodio, al llegar a Madrid, donde le seguían medios «24 horas».

A preguntas de la teniente fiscal, Marta Durántez, ha sostenido que «desde el primer momento» quiso denunciar estos hechos, incluso antes de personarse en la Fiscalía, y ha negado sentirse coaccionada para ello.

Al inicio del interrogatorio, Durántez, que fue quien la interrogó cuando la Fiscalía le propuso emprender acciones, ha tratado de disipar las dudas acerca de esa primera declaración, e incluso Jenni Hermoso ha reconocido que la advirtió de las consecuencias negativas que podía tener denunciar. «Lo llevé adelante», ha incidido.

Ni accedió ni tuvo «capacidad de reacción»

En repetidas ocasiones ha asegurado Jenni Hermoso que ni consintió, ni aprobó aquel beso, y ha relatado las presiones que sufrió ella y su familia por parte de los otros tres acusados: el exdirector deportivo de la selección masculina Albert Luque, el exentrenador de la femenina Jorge Vilda y el antiguo responsable de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera.

La jugadora ha relatado que, durante el saludo a las autoridades tras la victoria del Mundial, después de saludar a la reina y a la infanta Sofía, llegó hasta Rubiales y se abrazaron. «La que hemos liado», dijo ella; y él pegó un brinco que provocó que pusiese sus piernas «casi en mi cintura» a la vez que le decía «sin ti no lo hubiéramos conseguido».

«Lo siguiente fueron sus manos en mis orejas y lo siguiente es el beso», ha indicado.

En ningún momento -ha reiterado- escuchó a Rubiales preguntarle si podía darle «un piquito» o «un besito», como este sostiene; y si lo hubiese oído, ha recalcado, no habría accedido.

«Cuando me puso las manos en las orejas lo siguiente fue darme el beso en la boca», ha reiterado Hermoso, quien «nada más bajar», ha asegurado que supo «que eso no era normal».

«Me sentí poco respetada. Fue un momento que manchó uno de los días más felices de mi vida y en ningún momento busqué ese acto ni lo esperé», ha denunciado.

Pese a ello, ha explicado que para ella era «súper importante» celebrar ese triunfo, y ha asegurado que nunca expresó su consentimiento al beso, ni en entrevistas ni en conversaciones con sus compañeras: «Mi actitud de cómo esté no quita cómo me siento, no tengo que estar llorando en mi habitación ni tirarme en el suelo durante el acto».

PRESIONES PARA JUSTIFICAR A RUBIALES

Tras relatar el episodio del beso, Jenni Hermoso ha pormenorizado las presiones que sufrió desde que accedió al vestuario tras el partido, en el avión de vuelta a España y durante el viaje a Ibiza del que disfrutaron algunas jugadoras.

«Incontables veces» le pidieron hacer un comunicado o un vídeo con Rubiales tratando de justificar su comportamiento, incluido el propio expresidente, que en la escala en Doha se lo solicitó por sus «hijas» e incluso le llegó a decir algo que ha confesado la jugadora que le dolió: «A ti y a mi nos gusta lo mismo».

Tras intentarlo Rubiales, según Jenni Hermoso, su entonces entrenador, Jorge Vilda, intentó convencerla a ella e incluso a su hermano, y llegó a sugerir que se la «compensaría»; y ya en Ibiza, lo hicieron Rubén Rivera y Albert Luque, quien no sabía porqué viajó a la isla.

Fueron, ha dicho «bastante insistentes» para tratar de convencerla, pero lo que no recibió de la RFEF, según ha denunciado, es ningún gesto para saber qué tal estaba o qué necesitaba: «Nadie es nadie (…) Me sentí desprotegidísima por parte de la RFEF, tenía que ser mi lugar seguro».

«No pude disfrutar lo que es ser campeona del mundo», ha lamentado.

RUBIALES SE ENFRENTA A DOS ALOS Y MEDIO DE PRISIÓN

Rubiales, que se enfrenta a una petición de dos años y medio de prisión, ha llegado en taxi a la sede judicial con más de cuarenta y cinco minutos de antelación, acompañado de su abogada, Olga Tubau.

Apenas diez minutos después lo ha hecho Jenni Hermoso, recién llegada de México, donde juega en el CF Pachuca. La futbolista, que debe declarar este mismo lunes como testigo, ha coincidido brevemente con Rubiales en el vestíbulo de la Audiencia Nacional hasta que la han conducido a una sala en la que esperará su turno de comparecencia.

El exdirector deportivo de la selección masculina Albert Luque y el exentrenador de la femenina Jorge Vilda han llegado juntos en el mismo coche poco después y este último ha manifestado a los medios que defenderá su inocencia.

Ante la pregunta de si hubo coacciones a Jenni Hermoso para que justificase el beso de Rubiales, Vilda ha indicado: «Eso lo decidirá el juez».

El último en llegar ha sido el antiguo responsable de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera, quien, como los dos anteriores, está acusado de coaccionar a la jugadora y a su familia.

Decenas de medios de comunicación

Decenas de medios de comunicación han aguardado la llegada de los acusados a la sede madrileña que el tribunal tiene en San Fernando de Henares y donde se celebrará un juicio rodeado de gran expectación mediática: alrededor de un centenar de profesionales de unos 70 medios de comunicación y productoras están acreditados; quince de ellos, internacionales.

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