Al percatarse de la presencia policial, los individuos eludieron a los agentes realizando un brusco cambio de dirección, poniendo en peligro a los viandantes. Los policías les dieron órdenes claras de detención que fueron desoídas.
La persecución continuó hasta que los jóvenes atropellaron a un niño de 2 años. El menor sufrió un fuerte impacto y salió despedido varios metros. Tras el atropello, los implicados en la huida cayeron al suelo.
Desobedeciendo las órdenes de los agentes, los jóvenes huyeron a la carrera en diferentes direcciones, abandonando el patinete eléctrico. Tras una breve persecución, se localizó a uno de los individuos, español de 19 años, quien fue detenido por un presunto delito de desobediencia grave a los agentes de la autoridad. El joven proporcionó los datos del otro individuo, al que identificó como conductor.
Los padres del menor arrollado, antes de acompañarlo a un centro médico, fueron informados del procedimiento a seguir para denunciar los hechos. La Unidad de Vehículos de Accidentes (UVAC) se hizo cargo en paralelo de la investigación del atropello.
Una vez en dependencias policiales, el detenido fue plenamente identificado y, tras comprobar que no tenía antecedentes penales, quedó en libertad con la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando fuera citado.
La prueba visual de comprobación de velocidad del patinete arrojó un resultado de 81 km/h. Durante la medición, debido a la manipulación de sus características técnicas que habían alterado notablemente la potencia impulsora, hizo que el vehículo arrollase al agente que lo tenía asido por el manillar, causándole un importante corte en la pierna derecha.
Fue trasladado de urgencia a un centro médico y precisó 23 puntos de sutura. El agente, que se encuentra de baja laboral, evoluciona favorablemente.