A su llegada al alto tribunal, minutos antes de las diez de la mañana, García Ortiz ha sido recibido por una notable expectación mediática y abucheos por parte de algunos presentes. Durante su declaración, que se ha prolongado por aproximadamente una hora y media, el Fiscal General ha negado categóricamente haber filtrado los mencionados correos. Ha explicado que, debido a la naturaleza sensible de la información con la que trabaja, tiene por costumbre eliminar regularmente el contenido de su móvil por razones de seguridad y en cumplimiento de obligaciones legales.
RESPONDE SÓLO A SU ABOGADO Y A LA TENIENTE FISCAL DEL SUPREMO
García Ortiz ha optado por responder únicamente a las preguntas formuladas por su abogado defensor y por la teniente fiscal del Supremo, María Ángeles Sánchez Conde, quien, sin embargo, no ha planteado ninguna cuestión. Ha rehusado responder a las preguntas de las acusaciones populares y del juez instructor, Ángel Hurtado, argumentando que este último está "predeterminado" en relación con el caso, lo que, según él, le impide "ver la verdad sobre lo sucedido".
Esta comparecencia se produce un día después de que el Tribunal Supremo desestimara por unanimidad un recurso presentado por la Asociación Profesional Independiente de Fiscales (APIF), que solicitaba la anulación del nombramiento de García Ortiz como Fiscal General del Estado.
La investigación en curso se centra en determinar si García Ortiz y la fiscal provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, incurrieron en un delito de revelación de secretos al supuestamente filtrar un correo electrónico del abogado de González Amador. En dicho correo, el letrado proponía un acuerdo con la Fiscalía para evitar la prisión por dos delitos fiscales cometidos por su cliente. Aunque no se han encontrado pruebas directas que vinculen a García Ortiz con la filtración, el juez Hurtado considera que existen indicios suficientes para continuar con la investigación.