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Repunte del consumo de ansiolíticos en Baleares: 'La tolerancia al sufrimiento es mínima'
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Repunte del consumo de ansiolíticos en Baleares: "La tolerancia al sufrimiento es mínima"

lunes 03 de febrero de 2025, 05:00h

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El consumo de ansiolíticos y antidepresivos en Baleares ha aumentado significativamente en los últimos años, reflejando una preocupante realidad sobre la salud mental en las islas. Según el psiquiatra Miguel Lázaro, este incremento responde a un mayor número de diagnósticos de trastornos ansiosos y depresivos, así como a la pérdida del miedo a pedir ayuda. Sin embargo, el presidente de Simebal advierte sobre la creciente tendencia a medicalizar emociones naturales como la tristeza o la ansiedad.

En los últimos años, Baleares ha experimentado un aumento en el consumo de ansiolíticos y antidepresivos. Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2021 el 14 por ciento de la población balear tomaban estos fármacos. En tan sólo dos años, este porcentaje ha escalado hasta el 18 por ciento.

Este incremento de la prescripción de este tipo de medicamentos refleja una realidad respecto a la mental mental de los habitantes de las Islas. Y es que según el último Informe Anual del Sistema Nacional de Salud, casi la mitad de la población balear (41,6 por ciento) presenta problemas de índole psicológico. Baleares es, de hecho, la cuarta comunidad autónoma con cifras más altas, solo por detrás de Canarias, Comunidad Valenciana y Murcia.

Con independencia de estos datos oficiales, Miguel Lázaro, psiquiatra y presidente del Sindicato Médico de Baleares (Simebal), considera importante analizar las causas de este incremento, así como medir el verdadero impacto del mismo. Ahora bien, para Lázaro hay una relación causa-efecto muy evidente en este asunto: "Si hay más consumo de antidepresivos y ansiolíticos, es porque hay un aumento en los diagnósticos de trastornos ansiosos y depresivos".

MEDICALIZACIÓN DE LAS EMOCIONES

Por otro lado, el médico especialista en psiquiatría apunta que "desde hace unos años, la gente acude a los centros sanitarios cuando tiene dolencias relacionadas con su salud mental". La buena noticia de esto, según Lázaro, es que "se ha perdido el miedo a pedir ayuda", lo que indica que se ha reducido el estigma social asociado a los trastornos mentales.

Para el presidente de Simebal, en la actualidad uno de los mayores problemas en la salud mental es la tendencia a "medicalizar y psicologizar emociones" que forman parte de la naturaleza humana. "La tristeza es una emoción normal y no debería ser tratada como un trastorno. Porque no es lo mismo estar triste que estar deprimido, ni tener ansiedad que sufrir una crisis de angustia", reflexiona Lázaro.

"La ansiedad forma parte de la vida; sólo los muertos no tienen ansiedad. La ansiedad es consecuencia del estrés. La clave aquí está en comprender cómo nos fabricamos ese estrés y sobre todo en desarrollar estrategias para gestionarlo. Un buen estilo de vida, hacer ejercicio de forma regular y tener conversaciones con personas de nuestro círculo más íntimo pueden ayudar mucho", explica el psiquiatra.

EL USO (O ABUSO) DE ANSIOLÍTICOS Y ANTIDEPRESIVOS

Según datos del Ministerio de Sanidad, seis ansiolíticos y un antidepresivo están entre los 30 medicamentos más recetados en España, representando el 15 por ciento de costes para el sistema sanitario nacional. En la última década, el consumo de estos fármacos ha aumentado un 30 por ciento, situando a España como líder mundial -junto a Portugal- en el uso de benzodiacepinas.

Lázaro advierte sobre los riesgos de una medicalización excesiva y destaca la importancia de personalizar los tratamientos: "La tolerancia al sufrimiento es mínima, y eso puede llevar a un abuso de fármacos para tratar malestares emocionales puntuales". Insiste en que "los tratamientos deben estar controlados por profesionales y basarse en el consentimiento informado del paciente".

Subraya que los ansiolíticos pueden generar dependencia si se usan de forma prolongada o se combinan con alcohol, mientras que los antidepresivos están rodeados de mitos, puesto que no generan adicción alguna.

"Es preferible que alguien tome ansiolíticos, si los necesita, antes que recurrir a las drogas", afirma el presidente de Simebal, para seguidamente lanzar un mensaje a aquellas personas -sobre todo jóvenes- en riesgo de abuso de estos fármacos: "Si te sientes mal, habla con tus padres, un profesor o un profesional y pide ayuda".

FALTA DE PSICÓLOGOS EN EL IB-SALUT

Detrás del aumento en el consumo de estos medicamentos, también se esconde una carencia de profesionales de salud mental en el Ib-Salut. Actualmente, las consultas de salud mental representan la mitad de las visitas a Atención Primaria en Mallorca, pero el acceso a la terapia psicológica sigue siendo limitado por la escasez de especialistas y el elevado costo de la atención privada -mínimo 50 euros por sesión-.

A pesar de las promesas del Govern balear de incluir psicólogos en los centros de salud de las Islas, todavía quedan 24 plazas de psicólogo clínico sin cubrir en Atención Primaria. Una situación que lleva arrastrando el Servei de Salut desde hace años y siguen sin solucionar. Desde el Colegio Oficial de Psicólogos (COPIB) recuerdan de que hay una lista de espera de tres meses para ver a un profesional, en algunos casos incluso ocho meses.

Para fortalecer la atención en salud mental, Lázaro aboga por incrementar los recursos: "Hacen falta más psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales y terapeutas". Aunque celebra la creación de la Dirección General de Salut Mental, el médico sentencia: "Lo importante no es solo la estructura, sino el presupuesto que se le asigne. Se debe invertir más en salut mental".

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