Okupas, ladrones, delincuentes y un hombre bueno

La noticia de la okupación de los apartamentos turísticos de Cala Bona nos obliga a hacer una reflexión muy profunda sobre todos los actores implicados. Primero, los okupas. Estos sinvergüenzas se defendieron ante la policía local diciendo que habían alquilado las viviendas y que habían pagado a unos desconocidos. Un agente presente en la primera investigación se sorprendió al ver cómo uno de esos fulanos, se mantenía altivo y chulo ante la autoridad, porque él no tenía casa donde vivir, pero sí tenía coche para desplazarse. Tenía un móvil de los caros, y más cara que la espalda.

En este primer caso, que se ha registrado de ocupación de alojamiento turístico vacío, se demuestra que el problema ya no es únicamente de los propietarios del inmueble.

Es un problema social, que afecta a los trabajadores y a los proveedores de bienes y servicios de los apartamentos. Es decir, si se ocupan apartamentos, no podrán abrir la próxima temporada. Y se rompe la cadena de valores añadidos, además del IVA, de todos los que se benefician de la actividad. Y ojo, que si no se resuelve este delito de manera inminente, tendremos muchos casos que soportar y lamentar mientras la ley sea beneficiosa para el que okupa y dañina para el propietario o emprendedor que la gestiona. Es el caso de los delincuentes.

Según la propiedad, tal vez el actual explotador es el que ha alquilado, de manera ilegal, los apartamentos a estos desgraciados. Será la justicia la que aclarará el entuerto y sancionará las irregularidades. Dice el arrendador, que los ha denunciado porque se les vio entrando en los apartamentos tapados con pasamontañas y con la intención de robar. De robar lo que se pudiese llevar y vender, como el cobre, los metales y los muebles.

De toda la noticia, lo más importante ha sido la inmediata presencia del conseller de Turismo del Govern Balear en el apartahotel. Jaume Bauzá se ha ganado mi consideración al estar muy pendiente de lo que pasaba y plantarse inmediatamente en Cala Bona, acompañando a los perjudicados. Eso es hacer política real. No como otros que han comentado en redes, que si se saca a estos okupas se demostrará que este Govern Prohens se preocupa más por los ricos que por los pobres.

Primero, la ley que están permitiendo a los okupas es del PSOE: la Ley de la Vivienda de 26 de mayo de 2023. Esta es la que dice que si no sacas al okupa antes de 48 horas, si eres pobre, necesitado y sin recursos, se podría quedar hasta un máximo de 18 meses. Y ya se sabe, cómo deja la vivienda.

Hay que volver a instalar todo el cableado, los interruptores y enchufes, y todo lo que se han llevado y se pueda vender. Me cuenta un testigo del encuentro del conseller con los okupas, que Bauzá, lo primero que les preguntó, es por qué estaban haciendo esa ilegalidad. Les aconsejó que se fuesen a los Servicios Sociales de Mallorca, dónde profesionales estudiarían su caso y les darían algún tipo de solución. Pero eso de entrar en una vivienda, que no es tuya, a disfrutar de lo que no es tuyo y con tu actitud perjudicar a un empresario, a sus trabajadores, a sus proveedores y en conjunto a todo el vecindario, es además de un delito, una canallada. Ya que, según han dicho, alquilaron en Son Gotleu, podrían haber okupado uno de los muchos pisos que se alquilan a turistas.

Solo que los propietarios, o mejor dicho, los que los alquilan, son de una etnia que no resuelve este tipo de afrentas con palabras y consejos, cómo ha hecho el bueno de Jaume Bauzá.