En puertas de Fitur -que se celebrará esta semana con asistencia de los principales actores de la industria turística- se han conocido datos sobre el papel del turtismo como columna vertebral de la economía española, una actividad que ha alcanzado cifras históricas en 2024, consolidándose como el motor económico más potente del país. Según los datos revelados por Exceltur, este sector aportó 208.000 millones de euros a la economía nacional, lo que representa un 13,1 por ciento del PIB del español, con un incremento del 6,5 por ciento respecto al año anterior.
Juega un papel destacado el nuevo perfil del cliente, que aumenta su capacidad de gasto. La demanda extranjera ha sido clave en este impulso, registrándose un aumento en el gasto turístico que ha alcanzado en 2024 los 126.000 millones de euros (un 16 por ciento más que el año anterior) y que se añade a una llegada récord de 94 millones de visitantes (un 10 por ciento más).
Las empresas turísticas registraron un aumento del 7,7 por ciento en su facturación, con una mejora del 8,2 por ciento en sus resultados respecto a 2023. Y en materia de empleo, el turismo creó 72.310 puests de trabajo en 2024, un 3,2 por ciento más que el año anterior, con una notable reducción de la temporalidad al 7,8 por ciento y un aumento significativo de la contratación indefinida, que representa el 96,7 por ciento de los nuevos contratos firmados en el sector. Una circunstancia a la que se añade el incremento de la productividad de los trabajadores que observa el propio Exceltur en su último estudio.
El éxito del turismo en Baleares y en España no debe llevarnos a la complacencia. La sostenibilidad debe ser el eje de las futuras estrategias
Resulta evidente que en el caso de Baleares, el turismo desempeña un papel aún más crucial, al ser uno de los destinos más demandados por los visitantes nacionales e internacionales. Con un crecimiento del 7,9 por ciento en 2024, las islas se han consolidado como uno de los motores principales del sector turístico. No sólo genera ingresos, sino que también sustenta miles de empleos, desde la hostelería hasta el transporte y el comercio local.
Sin embargo, el éxito del turismo en Baleares y en España no debe llevarnos a la complacencia. La sostenibilidad debe ser el eje de las futuras estrategias, como ya vienen advirtiendo tanto el sector como las administraciones competentes. Invertir en infraestructuras, proteger el entorno natural y mejorar las condiciones laborales de quienes sostienen este sector son tareas prioritarias para asegurar que este crecimiento no sea efímero, sino un legado sólido y equilibrado.
El turismo es más que un negocio; es una herramienta para dinamizar regiones y conectar culturas. España, con Baleares como joya del Mediterráneo, tiene en sus manos un recurso que debe ser bien gestionado para que siga siendo el gran motor económico que es en la actualidad.