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Glovo da un giro y dice adiós a los falsos autónomos
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(Foto: J. Fernández Ortega)

Glovo da un giro y dice adiós a los falsos autónomos

Por J. Fernández-Ortega
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jfernandezmallorcadiariocom/10/10/25
lunes 02 de diciembre de 2024, 18:07h

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Glovo cambiará su modelo laboral en España, abandonando la figura del falso autónomo para contratar a sus repartidores como empleados. Esta decisión responde a presiones legales y busca garantizar derechos laborales. Aunque implica desafíos económicos, marca un hito en la regulación del sector de plataformas digitales.

Glovo, la popular plataforma de reparto a domicilio, ha anunciado un cambio radical en su modelo laboral en España, dejando atrás la figura del falso autónomo. Esta decisión llega tras años de polémicas, sentencias judiciales y sanciones millonarias que han puesto en entredicho las prácticas laborales de la compañía.

En un contexto de transformaciones legales liderado por la “Ley Rider” y ante la creciente presión de las autoridades, la empresa busca ajustar su operativa a un marco más justo y transparente. Este cambio, que afecta a más de 60.000 repartidores, también tendrá un impacto económico significativo, marcando un hito en la regulación del sector de plataformas digitales.

EL FINAL DE LOS FALSOS AUTÓNOMOS

Desde sus inicios, Glovo se ha enfrentado a numerosas críticas y procesos legales por la relación laboral con sus repartidores. Aunque la empresa sostenía que eran autónomos, diversos fallos judiciales, incluido uno del Tribunal Supremo en 2020, confirmaron que estos trabajadores dependían de la plataforma, lo que configuraba una relación laboral.

En los últimos años, la Inspección de Trabajo ha impuesto sanciones superiores a los 200 millones de euros, por irregularidades en la cotización a la Seguridad Social y por mantener un modelo de falsos autónomos. Este esquema, además de violar los derechos laborales, generaba una ventaja competitiva frente a otras plataformas como Just Eat, que sí operan con contratos laborales.

UNA TRANSICIÓN HISTÓRICA

El anuncio de este cambio no es casual. Llega un día antes de que Óscar Pierre, fundador y CEO de Glovo, comparezca ante la justicia por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores. La reestructuración no solo busca cumplir con las normativas vigentes, sino también reducir el impacto reputacional de la compañía.

A partir de ahora, Glovo contratará a sus repartidores como empleados en todas las categorías de servicio y en más de 900 ciudades donde opera en España. Este movimiento se alinea con la “Ley Rider”, que exige que las plataformas digitales integren a sus trabajadores en sus plantillas, garantizando así derechos laborales como la cotización a la Seguridad Social y vacaciones pagadas.

IMPACTO ECONÓMICO Y COMPETITIVO

El nuevo modelo no estará exento de desafíos. Delivery Hero, la matriz de Glovo, ha anticipado un impacto de 100 millones de euros en el EBITDA ajustado para 2025. Además, la empresa ha incrementado sus provisiones para cubrir posibles sanciones y deudas pendientes con la Seguridad Social, que oscilan entre 440 y 770 millones de euros.

En el ámbito competitivo, Just Eat ha presentado una demanda contra Glovo por competencia desleal, reclamando 295 millones de euros en concepto de daños. Esta acción subraya cómo el modelo anterior de falsos autónomos permitía a Glovo operar con costes laborales significativamente menores, generando una situación de desigualdad frente a sus competidores.

LA REACCIÓN DEL GOBIERNO Y LOS TRABAJADORES

La decisión de Glovo ha sido recibida con satisfacción por parte del gobierno. Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, calificó la noticia como “una victoria para la democracia y los derechos de los trabajadores”, destacando que la regularización beneficiará no solo a los repartidores, sino también a las arcas públicas, con una recaudación estimada de 267 millones de euros en cotizaciones.

Sin embargo, queda por ver cómo reaccionarán los repartidores ante esta nueva estructura laboral. Muchos de ellos valoraban la flexibilidad del modelo autónomo, aunque eso supusiera menos seguridad y derechos laborales. La transición también plantea retos logísticos y de gestión para la empresa, que deberá implementar un sistema eficiente para garantizar el cumplimiento de las nuevas normativas.

UN CAMBIO NECESARIO PARA EL SECTOR

El caso de Glovo se ha convertido en un referente sobre cómo las plataformas digitales deben adaptarse a marcos legales más estrictos. Este cambio no solo afecta a la compañía, sino que marca un precedente para otras plataformas que operan en condiciones similares.

El abandono del modelo de falsos autónomos por parte de Glovo supone un punto de inflexión en el sector del reparto a domicilio. Aunque el camino hacia la regularización será complejo y costoso, la medida no solo responde a una presión legal, sino también a una necesidad social de garantizar derechos laborales básicos.

El desenlace de este proceso será clave para definir el futuro de Glovo en España y servirá como un ejemplo a nivel global sobre cómo las plataformas digitales pueden y deben adaptarse a los cambios legislativos. ¿Estamos ante una nueva era de trabajo digno en el sector del reparto? El tiempo lo dirá, pero lo cierto es que los cimientos del modelo actual ya han comenzado a tambalearse.

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