Nos citamos en su estudio situado a unos metros de la emblemática Plaça del Pes de sa Palla de Palma en la que hasta el año 1869 fue el lugar de la ciudad donde se comerciaba con los cereales, se pesaba y vendía la paja llegada de la parte foránea de Mallorca. Hacía tiempo que no veía a Félix. Le conocí cuando todavía era un joven estudiante en la academia de Malena Tous, así que aquel reencuentro serviría para ponernos al día. Me había advertido que al llegar delante de la puerta, le avisásemos por teléfono porque el timbre no funcionaba. Se asomó al balcón del segundo piso, con un grito de ¡ya voy! En menos de dos segundos nos abría el portón para que entrásemos en un vetusto edificio.
Félix Coll Carrera, es hijo de Estefanía nacida en Salamanca pero Sollerica de adopción y de Miquel Coll nacido en Sóller, los dos autónomos que regentaron negocios de restauración durante su vida laboral.
Licenciado en Ingeniería Industrial y conocido artísticamente como Félix Coll, nace en el barrio de s’Escorxador de Palma un 25 de Marzo de 1985…
Un año que comenzaba en martes y que sería declarado como el Año Internacional de la Juventud por la Organización de las Naciones Unidas, también fue declarado por la UNESCO como Año Internacional de la Música. Ese mismo año, en Hollywood un grupo denominado USA for Africa, con Michael Jackson y Lionel Richie a la cabeza graban “We are the world” con un nutrido grupo de artistas internacionales para recaudar dinero con el fin de combatir la hambruna en Etiopia, fue un año de sucesos en los que perecieron muchas vidas; un ciclón tropical en Bangladés causó más de 10.000 muertos, un terremoto de 8,1 en la escala de Richter devoró la Ciudad de México y algunas organizaciones calculaban en más de 20.000 los fallecidos, en Colombia morían 31.000 personas a causa de la erupción del volcán Nevado del Ruíz, se producía por primera vez el ingreso de mujeres de la Policía Nacional española, Gorbachov era elegido presidente en la URSS, España y Portugal firmaban un tratado de adhesión a la Comunidad Económica Europea, Freddy Mercury lanzaba su primer y único trabajo en solitario Mr. Bad Guy, eran hallados los restos del Titanic en el Atlántico Norte por un equipo oceanográfico que dirigía Robert Ballard, Nintendo lanzaba la primera versión de videojuegos Super Mario, Microsoft presentaba la primera versión de Windows de la historia.
Nos sentamos uno frente al otro en mitad de una de las dos salas que completan el estudio. Las paredes estaban repletas de obras. Sobre una mesa, pinceles, botes y tubos de pintura. Un taburete, una escalera metálica, ropa colgada del cierre de la ventana.
María ya había comenzado con su sesión de fotos…
Si nombro la palabra infancia ¿Qué imagen aparece en su mente?
Los fines de semana en las afueras de Sóller donde mis padres tenían y siguen teniendo una casa. Me pasaba el día jugando en mitad del olivar, era un constante disfrute de libertad y de contacto con la naturaleza. Muchas veces venían mis amigos y se pasaban el día allí conmigo, no había otro paraíso mejor que aquel que todavía hoy seguimos conservando.
Ese entorno… ¿Puede que haya influido en su pintura?
Sin duda. El contacto con la naturaleza te vincula a la tierra como una raíz invisible. Mi pintura me retrotrae a ese tiempo y a ese espacio. Mis amigos, el placer de correr libre, mi madre, mi padre.
Hacemos lo mismo y digo, adolescencia… ¿Qué ocurre?
A los 12 o 13 años, veo a mi padre dibujar y aquello hizo que me interesase. Me inscribí en una academia en la que estaban de profesores Ernest Forteza y Malena Tous. Allí se creó un grupo de gente muy divertida y comprometida con la amistad. Cuando teníamos 14 años empezamos a salir juntos de fiestas, pero tomándonos muy en serio los estudios de pintura.
Demos un repaso a su época estudiantil…
Estudié en el Col.legi Públic de Pràctiques y después pasé al Instituto Medina Mayurca. Nunca fui un alumno conflictivo y de las asignaturas no recuerdo suspender en ninguna. Era un estudiante notable. A los 15 años me encantaba salir con mis amigos de siempre pero eso no me impedía cumplir con los estudios, siempre fui responsable. Hice el bachiller científico tecnológico. Tanto en el colegio, como después en el instituto y en la Universidad había buen rollo con los profesores, tengo muy buenos recuerdos con ellos.
Acabé los estudios con un máster y empecé a trabajar como profesor en la Cooperativa Liceu, y ya llevo 10 años. Tengo alumnos adolescentes de 15 a 18 años y me siento satisfecho en la docencia.
Repite mucho la palabra, amigos…
Sí porque tengo amigos desde la infancia, he crecido con ellos, en la adolescencia, en la academia, en las fiestas que seguimos llevando a cabo, compartiendo nuestras vivencias. Son seres imprescindibles en mi vida.
Siguió estudiando con Malena Tous y la confianza era tal que junto a otros alumnos compartieron estudio, de hecho cada año y desde hace 25, se siguen reuniendo para comer o cenar por lo menos una vez al año con muchos de los que pasaron por la academia.
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Un apartado clásico, es recordar la primera exposición.
La titulé “Poemes nocturns” y la hice en el Claustre de Sant Antoniet de la Calle San Miguel tenía 22 años y presenté 20 obras, recuerdo no dormir la noche anterior y estar muy nervioso el día de la inauguración.
Vino una segunda exposición en el mismo espacio y posteriormente en la Galería Berlín. Luego en un breve resumen a continuación; en algunos ayuntamientos de Mallorca y entre 2013 y 2014 participó en colectivas en Sevilla, en Madrid y en Cáceres. En 2015 en el I Festival de Arte Contemporáneo en Saltillo - Méjico, en Barcelona y en Valencia. En 2015 presentó su colección individual, “Fills de la utopia” en Ca’n Gelabert de Binissalem que continuaría en Felanitx y en Ibiza, en 2016 en otras colectivas en Manacor, en la Fundación Benetón de Málaga, en distintos municipios de Mallorca y una de sus exposiciones más relevantes fue en la Galería Pep Llabrés de Palma.
En 2017 vuelve a exponer en Valencia, y recorre varios pueblos de Mallorca y de nuevo en la Galería de Pep Llabrés y una de sus exposiciones más autóctona “Green is green” en IGallery estaba inspirada en el libro “Walden”. Ha habido más muestras desde 2018 hasta 2024, en Palma, Méjico, Argelia, Barcelona, Valencia, Murcia, Madrid y en Miami-Florida.
En ese momento Félix se levantó para cerrar la puerta del balcón esgrimiendo que entraba aire frío. Noté el alivio enseguida.
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Tras unos años de relación personal toma una decisión importante…
A los 25 años mi pareja Noemí y yo decidimos ir a vivir juntos a un piso que tuviera estudio y acabe mis estudios de ingeniería que nunca he trabajado. Durante un tiempo pude vivir de la pintura pero no era suficiente para vivir, así que hice un máster en la universidad para tener un trabajo y al poco tiempo me contrataron como profesor.
¿Qué supone para usted ser padre?
No sería la persona que soy sin mis hijos. Con ellos he aprendido a mejorar en muchos aspectos de la vida, mi hija Emma de 7 años y mi hijo Jan de 4 años son el espejo donde me miro, con ellos he madurado y he crecido emocionalmente.
Le pregunto por sus aficiones y no me deja acabar la pregunta…
Deportes, deportes y la música que es esencial en mi vida. El pop rock, ir a conciertos cuando podemos combinarlo y últimamente vuelvo a escuchar música de grupos punk que me gustaban en mi adolescencia. Me gusta la literatura de ciencia ficción y especialmente dos libros que han inspirado parte de mis obras. Uno es “Walden” de H.D. Thorou y el otro “El sentido del asombro” de Rachel Carson, ambos relacionados con la naturaleza. La filosofía tanto de uno como del otro me han cautivado.
¿En qué artistas coloca su punto de mira?
Mi respuesta sería con una larga lista, pero Van Gogh, Jenna Gribbon, Jenny Saville, Jackson Pollock, son algunos de ellos.
¿Se ha emocionado ante alguna obra?
Si varias veces, cuando me he colocado delante de obras universales, como “la noche estrellada” de Van Gogh por ejemplo.
Observo y descubro a un impresionista que se asoma por la espalda de la figuración para resaltar los sígnicos de la luz y el color que desprende una naturaleza que no está a la vista de quienes no reciben las cadencias de sus vibraciones. Un lenguaje visual atmosférico que describe un contador de historias, desmedido en la pura sencillez, en el afecto hacía un mundo que tiende a desmoronarse. Un privilegiado dibujante que inventa muros de protección para el futuro de los niños.
¿Las cosas han sido cómo creía que iban a ser?
Sí. Como marido, como padre, como profesor, como pintor, como creativo, exponer en tantos lugares mostrando mis trabajos plásticos. Me siento feliz de lo que tengo, de lo que soy.
¿Qué otro tipo de pintura le gusta además de la suya?
La luz que desprenden las obras de Sorolla, los clásicos del impresionismo, como Degas, Monet, Renoir, entre otros, pero en la actualidad destacaría a una corriente de gente joven que emerge con fuerza, vitalidad y sobre todo creatividad y además en un regreso a la pintura.
¿Qué intenta transmitir a través de su apuesta figurativa?
Mi arraigo a la naturaleza, mi vinculación con aquellos días de aromas de olivo, alegría, sinceridad. Es evidente que hay una parte autobiográfica que pulula por el inconsciente y que se desvela a través de las pinceladas. Yo soy mi pintura. Y es cierto, mi labor ha sido y es un proceso de evolución constante que se mueve en la pintura figurativa.
Si le pido que me confiese uno de los días más tristes…
La muerte de mi padre.
Si le pido lo mismo con momentos personales y profesionales…
El día que conocí a Noemí y el nacimiento de mis dos hijos, en lo personal.
En lo profesional, una de las exposiciones en la Galería de Pep Llabrés por la repercusión que tuvo y porque fue un antes y un después. Esos trabajos me ayudaron a reencontrar una parte de mí que me hizo reflexionar.
¿Cómo es su relación diaria con la pintura?
La definiría como una relación espiritual, donde descargo energía y me regenero. Hay que ser constante y obligarse a establecer una rutina, de lo contrario los árboles no darían sus frutos. Me siento más vigoroso trabajando en los horarios de mañana.
Si tuviera el poder para hacerlo ¿Qué cambiaría de nuestra sociedad?
Muchas cosas, temas relacionados con la justicia, con decisiones políticas, trabajaría sobre un pacto educativo, en acuerdos contundentes para mejorar la estabilidad en el mundo, más coherencia. Hay ciertos poderes dominantes que no permiten llevar a cabo soluciones prácticas, hay demasiados intereses, sobra burocracia.
Una reivindicación…
El ser humano debe proteger y cuidar de la naturaleza, lo mismo que la naturaleza protege y cuida del ser humano.
¿Qué tiene para usted la docencia?
Me encanta el trabajo educativo, aprendo al lado de los alumnos.
El arte, se ha complicado con nuevas disciplinas. A la escultura, la pintura y la arquitectura se les han añadido técnicas tecnológicas, performance, videoarte, el arte electrónico y digital, tal vez el arte ahora es más fugaz y transitorio. ¿Cómo debemos analizar el perfil que adoptan estas fórmulas, la influencia de la tecnología?
Toda herramienta nueva es positiva si se hace un buen uso de ella, con las nuevas técnicas se amplía la creatividad, todo lo que sea aportar, implementar, engrandecer la plástica, debería ser válido.
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Percibí una figura que me observaba disimuladamente. A veces se colocaba detrás de mí para tomar nota de los experimentos que yo llevaba a cabo en el laboratorio. Me sentía incómodo pero desconozco el motivo por el cual no podía dirigirme a esa sombra. En esos días yo andaba indagando sobre la memoria del ser humano y no quería ser descubierto. Sin que se diera cuenta le pinté un aura de color negro a su alrededor y ahí se ha quedado meditando en una especie de jaula. Hay quien dice que a veces a la conciencia hay que pararle los pies para que no le quite personalidad a tus pinturas.
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Después de estos años, su trayectoria tiene la recompensa del reconocimiento, con las exposiciones, con los premios, con formar parte de colecciones privadas y de trabajar con 4 galerías al mismo tiempo.
Quitemos el tapón a la botellita que contiene el líquido de su futuro y deje caer unas gotas… - Félix me mira y sonríe.
¡Ja, ja! Futuro inmediato. Una exposición con una galería de Barcelona, estoy preparando para acudir ArtMadrid - Feria de Arte Contemporáneo, una de las citas importantes del año y estoy en negociaciones avanzadas con una galería de Valencia para una exposición individual.
Cuando terminamos la entrevista me di cuenta de cuánto había oscurecido. Como se acortaban los días con el cambio de hora.
Nos despedimos con un apretón de manos y un abrazo. Sé que uno y otro nos tenemos aprecio.
Bajamos con cuidado por aquella escalera lúgubre de escasa luz, en un edifico deshabitado por los humanos y por los espíritus y que al artista le permite refugiarse en su soledad necesaria.
María y yo marchamos por la calle Socorro de vuelta a casa.
Texto: Xisco BarcelóFotografías: María Valiente
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