El juicio por el disparo mortal de Pau Rigo a un ladrón en 2018 avanza en Palma con testimonios clave. Su exmujer ha relatado que decidieron que él usara una escopeta para asustar a los asaltantes, corroborando esta parte de la versión de Rigo. La madre del fallecido ha pedido justicia y expresado su dolor.
Dos días después de las declaraciones de Pau Rigo, en las que afirmaba haber disparado en defensa propia, el juicio contra el anciano que disparó mortalmente a un ladrón continúa en Palma con nuevos testimonios cruciales. Este lunes, la exmujer de Rigo, quien también estaba en la casa de Porreres durante el asalto en 2018, ha asegurado que, al verse invadidos por dos hombres encapuchados y armados con patas de cabra, decidieron juntos que él "tomara una escopeta cargada para dar un susto” a los asaltantes.
Según el relato de la testigo, la mañana del 24 de febrero de 2018 comenzó con los gritos de su exmarido alertando de que habían entrado ladrones en la vivienda rural. Ha recordado cómo Rigo al encontrarse con uno de los intrusos en el sótano mientras el otro la vigilaba a ella en su dormitorio, decidió coger el arma y enfrentarse a los atacantes.
“Vivíamos en el campo y teníamos las escopetas como seguro”, ha explicado la mujer al tribunal, añadiendo que tras acordar que él tomara una escopeta para dar un “susto”, Rigo aguardó a los asaltantes mientras ella se ocultaba tras un sofá. Al ver al primero de los ladrones aproximarse, Rigo disparó. Según la mujer, en ese momento el hermano gemelo del primer asaltante intentó arrebatarle la escopeta, iniciando un forcejeo en el que Pau Rigo recibió varios golpes. La testigo ha subrayado que, hasta entonces, ninguno de los dos había sido herido físicamente, "Si le hubieran pegado con la pata de cabra le hubieran matado". Un detalle que contrasta con lo manifestado por el propio Rigo, quien declaró anteriormente que la pareja había sido agredida por los asaltantes previamente y antes del disparo que acabó con la vida de uno de los hermanos.
Pero durante la declaración no fue el único punto contrario a la versión de Rigo, ya que la exmujer ha explicado que no recuerda que Rigo perdiera el conocimiento debido a los golpes. Ya que él fue quien "contactó varias veces con los servicios de emergencia tras el asalto”.
LA MADRE DE LOS ASALTANTES: “HAN MATADO A UN SER HUMANO, NO A UN PERRO”
Durante la sesión, también ha declarado la madre de los dos asaltantes. La mujer ha expresado el dolor de su familia, resaltando el linchamiento público que han sufrido y pidiendo justicia para su hijo fallecido. "Han matado a un ser humano, no a un perro", ha reclamado entre lágrimas.
Al finalizar, la madre del fallecido, visiblemente afectada, ha lanzado un mensaje a Pau Rigo asegurando que, “aunque la justicia terrenal no lo alcance, la justicia divina sí lo hará”.
LA LLEGADA DEL HIJO DE RIGO A LA CASA
Por otro lado, el hijo de Rigo ha relatado el estado de la casa tras el robo y las múltiples lesiones que presentaba su padre. Además ha confirmado la venta de la vivienda tras el traumático suceso.
UN GUARDIA CIVIL SEÑALA LA IRREGULAR UBICACIÓN DE LAS ARMAS
Uno de los agentes de la Guardia Civil que participó en la investigación ha confirmado durante su declaración que Rigo tenía licencia en vigor para las tres escopetas halladas en su domicilio. Sin embargo, ha precisado que estas no debían estar guardadas tras la puerta de la habitación, tal como exige el reglamento, aunque ha añadido que el equipo de Intervención de Armas revisará este punto en el transcurso del juicio. La exmujer de Rigo ha afirmado que las escopetas se encontraban detrás de la puerta del dormitorio.
Todos los agentes que testificaron han descrito el estado en el que hallaron al anciano a su llegada, “deambulaba por el exterior de la casa”, y presentaba golpes visibles en el rostro, mientras que su esposa, en ese momento, estaba siendo atendida en una ambulancia. Inicialmente, Rigo explicó a los agentes que pensaba que los asaltantes eran los mismos que habían irrumpido en su casa meses antes y que, en un momento de despiste de los ladrones, aprovechó para tomar una de sus escopetas y disparar.
LA PISTA DE UN GUARDIA DE SEGURIDAD Y EL “CEREBRO” DEL ROBO
En su testimonio, otro agente de la Policía Judicial ha revelado cómo comenzó la investigación que identificó a los sospechosos y el desarrollo de las primeras pesquisas. Una de las pistas clave fue la colaboración de un guardia de seguridad del hospital, amigo de la víctima, que reconoció al asaltante herido de bala.
El agente ha detallado cómo el hermano gemelo del fallecido se entregó dos días después, dispuesto a “contarlo todo”. Según el testimonio, el detenido ofreció detalles sobre el asalto, incriminando a los implicados y describiendo el rol de cada uno, señalando a uno de los planificadores como el “cerebro” de la operación y a otro como el encargado de proporcionar el equipo para el asalto.