Pau Rigo: “Fui atacado y disparé a bulto”

La Audiencia Provincial ha celebrado una nueva jornada del juicio con jurado popular contra Pau Rigo. Durante su declaración, Rigo ha descrito el miedo que sintió tanto por su vida como por la de su esposa, y ha explicado cómo tomó la decisión de defenderse ante lo que percibía como una amenaza inminente. “Decidí hacer algo, defenderme” ha asegurado.

El anciano, de 84 años y natural de Porreres, que en 2018 disparó y mató a uno de los ladrones que irrumpieron en su domicilio, ha relatado ante el tribunal que los asaltantes lo golpearon repetidamente durante el robo, generando en él un temor insuperable. “Temí por mi vida y la de mi mujer”, ha señalado Rigo. Según su testimonio, aprovechó un momento de distracción de los asaltantes para tomar una escopeta cargada que tenía en su casa, con la intención inicial de amedrentar a los intrusos y obligarlos a abandonar su hogar.

“Nunca pensé en disparar. Fue en defensa, yo no ataqué; me atacaron, que no es lo mismo”, ha aclarado Rigo durante su declaración, recalcando que no tenía intención de herir a nadie, pero que actuó en un impulso por protegerse. “Fui atacado teniendo la escopeta en las manos, y ¿qué iba a hacer? Disparé a bulto”, ha añadido, justificando el disparo que terminó con la vida de uno de los ladrones.

En esta sesión del juicio también han testificado los otros procesados, quienes están acusados de planificar el robo. El ladrón que conservó su vida por su parte, ha negado tales declaraciones asegurando que en ningún momento “fuimos agresivos con él, golpeándole o tirándole al suelo. Él estaba con total libertad”.

"No vengo aquí a decir que Pau es un asesino, le tengo empatía, podría ser mi abuelo. Yo lo único que quiero recalcar es la verdad de los hechos. Estoy segurísimo que él no quería que pasara lo que pasó. Soy consciente de que fui el provocador, yo me equivoqué, pero pienso que ese arma no tendría que haberse disparado", ha finalizado el ladrón.

Por último han testificado los dos vecinos de Campos acusados de planificar el robo y trasladar a los asaltantes hasta el domicilio de Rigo, admitiendo su participación en los hechos. Estos se enfrentan a cinco años de prisión y ya cumplen condena por perpetrar otro robo en casa del anciano.

Las declaraciones de Pau Rigo han sido el principal foco de atención, dado que su relato sobre los momentos de violencia y su decisión de defenderse eran un testimonio muy esperado.

La Fiscalía solicita una pena de cuatro años de prisión para Rigo, acusado de homicidio, mientras que su defensa argumenta que actuó en legítima defensa y pide su absolución.

RECONSTRUCCIÓN DE LOS HECHOS: LOS ASALTANTES DETALLAN EL PLAN Y RIGO NARRA SU DEFENSA

En esta nueva jornada el jurado ha podido escuchar una reconstrucción detallada de los hechos ocurridos la mañana del 24 de febrero de 2018. Los tres implicados en el robo han admitido que la incursión había sido planificada y describieron sus roles. Uno de los vecinos de Campos, quien conocía a Rigo de visitas previas, propuso el robo, sospechando que el anciano, entonces de 78 años, podría tener dinero en efectivo tras la venta de un negocio de máquinas tragaperras.

Según los acusados, equipados con pasamontañas y patas de cabra, accedieron a la finca de Rigo al amanecer y esperaron el momento adecuado. Uno de los hermanos ha relatado que abordó al anciano por la espalda para evitar que gritara, solicitándole que se calmara para no emplear la violencia. Con las llaves en mano, se dirigieron al sótano para saquear la caja fuerte, y al cargar las mochilas con el dinero, planeaban marcharse.

El asaltante que sobrevivió ha declarado que, en su salida, se encontraron a Rigo armado con una escopeta. “Dijo: ‘os mato’. Y pum, disparó”. Aunque intentó auxiliar a su hermano, al ver que el anciano pretendía recargar el arma, trató de arrebatársela. En su versión, ha negado haber golpeado a Rigo hasta después del disparo y ha enfatizado que su superioridad física podría haber resultado fatal para el anciano si hubieran actuado de forma agresiva.

Rigo, por su parte, ha descrito el robo como violento, relatando los golpes recibidos y el dolor que le impidió recordar partes del incidente. ha asegurado que los ladrones lo inmovilizaron, desconectaron los teléfonos fijos y tomaron el móvil de su esposa. Según él, los asaltantes exigían una gran suma de dinero, que creían encontraría en la caja fuerte, y tras sacar 15.000 euros, continuaron buscando por la casa. “Cada vez se ponían más nerviosos, me empujaban más fuerte”, ha afirmado, temiendo por su vida y convencido de que no sobrevivirían al asalto.

Rigo ha explicado que en un momento de desesperación, decidió defenderse. Esperó a una distancia prudencial y les instó a irse con el botín. Según él, en el momento crítico solo recuerda esquivar un golpe, disparar “a bulto” y perder el conocimiento.