Juan Manuel de Prada presenta su nueva novela, "Mil ojos esconde la noche", en Mallorca. Ambientada en una París ocupada por los nazis, narra la lucha de artistas españoles y el controvertido personaje Fernando Navales. La obra explora la adversidad y la identidad en tiempos oscuros, desafiando estereotipos históricos.
Este jueves, el aclamado y polémico autor español Juan Manuel de Prada aterriza en el Cercle d’Economia de Mallorca para presentar su última obra, Mil ojos esconde la noche. Conocido por su estilo incisivo y su capacidad para provocar debates intensos, de Prada nos transporta a una París en manos alemanas, donde una comunidad de artistas españoles lucha por sobrevivir. La llegada de Fernando Navales, un escritor falangista, añade un intrigante giro a esta historia, que explora no solo la adversidad, sino también la búsqueda de identidad en tiempos oscuros.
Nacido en Baracaldo en 1970, de Prada ha hecho carrera en el periodismo y la literatura, siendo galardonado con el prestigioso Premio Planeta de Novela en 1997 por La tempestad. Ahora, en una charla exclusiva con mallorcadiario.com, este maestro de la narrativa está listo para compartir su visión del arte, la historia y su inconfundible mirada crítica.
En su nueva novela, Mil ojos esconde la noche, los lectores encontrarán una historia que usted ha calificado de "salvaje". ¿Qué le llevó a crear un personaje tan controvertido?
La misión de la literatura es adentrarse en esos territorios fangosos, incómodos y difíciles de describir. Como escritores, estamos obligados a zambullirnos en esas aguas turbias. A partir de ahí, surgen personajes como Fernando Navales, un protagonista poco complaciente. Es un hombre maligno, burlón, falangista y sin escrúpulos que nos transporta a la París ocupada por la Alemania nazi. Su tarea es captar a artistas españoles exiliados para colaborar con la falange.
¿Dónde debe situarse el lector para comprender adecuadamente la novela?
El lector debe situarse en esa época histórica, en un momento complicado para Europa. Debe entender al protagonista como un engranaje de la maquinaria del momento: un falangista acérrimo, lleno de resentimiento, que disfruta de su posición de dominio. Su visión es esperpéntica y, aunque Navales es un personaje infame, mi intención es que termine cayendo simpático al lector.
En su novela, hay personajes históricos como Picasso y Buñuel. ¿Qué historia le llamó más la atención durante su investigación?
Todas las historias de la novela están basadas en hechos reales. Gracias a archivos policiales y documentos de los artistas, he podido contar esta parte de la historia que muchos desconocen. Los casos más impactantes son los de Picasso y Gregorio Marañón. A Picasso se le presenta a menudo como símbolo de resistencia, pero durante la ocupación nazi, su actividad política fue casi nula; más bien, estaba protegido por los nazis. En cuanto a Marañón, que se le pinta como parte de la “tercera España”, colaboró activamente con la Falange. En esos momentos difíciles, si los artistas no colaboraban, podían morir, y algunos se vieron obligados a hacer cosas cuestionables.
A veces, las historias se exageran para convertir a los personajes en héroes, pero los informes policiales son fríos y reales, reflejando lo que sucedió.
"Hay una visión moderada en la literatura actual que no comparto"
El estereotipo del falangista es de una persona casta y celibe, pero su personaje es diferente. ¿No es un poco esperpéntico presentar a un extremista con pensamientos tan eróticos?
Se ha creado una imagen equivocada del falangista. Había muchas facciones diferentes dentro de la Falange, algunas más clásicas y otras más rudas. Navales es de la facción más dura, que odia a Franco por blando y se siente incómodo con la imagen que se tiene del falangista típico. Además, la novela está narrada desde su perspectiva; sus pensamientos pueden diferir de lo que expresa en público.
La novela contiene elementos eróticos. ¿Cómo la ubicaría dentro de los géneros literarios?
No considero que sea una novela erótica. Creo que vivimos en un momento en el que se tiende a exagerar todo. Hay una visión moderada en la literatura actual que no comparto. La novela revela aspectos tradicionalmente desconocidos de personajes históricos, lo cual puede resultar incómodo para algunos.
Recientemente, han surgido autores que abordan la época falangista. ¿Teme que pueda enfrentarse a críticas similares?
No. Quien critica mi obra es porque no la ha leído. La novela solo busca mostrar la auténtica París de los años 40. No es cómplice del régimen; simplemente presenta la visión de una persona afín al movimiento en aquella época. Las críticas suelen basarse más en prejuicios que en un conocimiento profundo de la obra. Como he dicho, el objetivo del escritor es navegar por esas aguas turbias. Quiero crear una literatura compleja para lectores complejos, alejándome del maniqueísmo.
Se le considera un personaje controvertido, un verso libre en la sociedad. ¿Qué opina sobre eso?
Me considero una persona normal guiada por el sentido común. No busco crear polémica, pero reconozco que a veces me rodea. Me gusta pensar que soy una persona moderada, un escritor comprometido con su tiempo y con una visión propia.
El problema actual es que muchas personas llevan una mochila ideológica que les impide salir de su forma de pensar. Estamos creando una sociedad compartimentada que no refleja la realidad humana.
"A menudo me encuentro incomprendido por los más cercanos, mientras que los más lejanos sí me entienden"
Su visión contradictoria me recuerda al personaje de Unamuno en Mientras dure la guerra, alguien que dice lo que piensa. ¿Se identifica con él?
Unamuno, el auténtico, no el de Amenábar, es un referente para mí. Hablamos de uno de los autores más relevantes del siglo XX. Si bien era algo aspaventero, no comparto esa etiqueta. Al igual que él, a menudo me encuentro incomprendido por los más cercanos, mientras que los más lejanos sí me entienden. Lo que más me identifica es la búsqueda permanente de la verdad, sin importar las consecuencias.
Unamuno también cambiaba de parecer. ¿Podría sucederle lo mismo y sumarse a la sociedad que ahora critica?
Él vivió en circunstancias complicadas. Yo soy fiel a mis principios y criticaré a la sociedad siempre que sea necesario. No me gusta lo políticamente correcto ni el rumbo que ha tomado nuestra sociedad. No me veo alineado con esa opinión.
"Quiero ser recordado como alguien comprometido con sus convicciones y con la realidad histórica"
¿Cree que esta sinceridad le ha limitado como escritor, impidiendo que obtenga el reconocimiento que merece?
Es posible. Mi sinceridad ha generado críticas, pero he tenido que aceptarlo. Prefiero contar con compañeros que comprendan mi actitud a recibir premios o falsas alabanzas.
¿Cómo espera que se le recuerde? ¿Cómo le gustaría ser valorado por las generaciones futuras?
Como un escritor que se dedicó a su vocación y dio lo mejor de sí. Quiero ser recordado como alguien comprometido con sus convicciones y con la realidad histórica. Escribo para la posteridad; son las generaciones futuras las que nos leerán con mayor ecuanimidad, no la turba actual. Prefiero que no sean ellos quienes me juzguen.