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El fin del IVA reducido en alimentos básicos repercutirá en las economías domésticas

miércoles 02 de octubre de 2024, 00:00h

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La eliminación del IVA reducido en España ha generado preocupación sobre el posible aumento en los precios de la cesta de la compra, una medida que podría intensificar las presiones inflacionistas que ya afectan al país. Aunque el IVA reducido fue implementado como una herramienta para aliviar la carga económica de las familias en España, su fin podría generar una subida en los precios de productos básicos. Esta situación afecta especialmente a aquellos hogares más vulnerables, que verían cómo su poder adquisitivo se reduce aún más ante el encarecimiento de bienes esenciales.

En un contexto en el que la inflación global ha tenido un impacto significativo, España y Baleares no son ajenas a las consecuencias del alza de los precios. Los costes de producción elevados, impulsados por factores como el incremento en los precios de la energía y las materias primas, ya han presionado al alza el Índice de Precios al Consumo (IPC), aunque solo de forma parcial hasta ahora. La retirada del IVA reducido podría aumentar esta presión, afectando negativamente a la economía diaria de los ciudadanos y ralentizando el ritmo de la recuperación económica.

La retirada del IVA reducido podría aumentar la presión inflacionista, afectando negativamente a la economía diaria de los ciudadanos

Sin embargo, a pesar de estos obstáculos, España sigue mostrando un mejor comportamiento que otros países de la Unión Europea en términos de control de la inflación, de crecimiento y de estabilidad económica. La UE, como el mayor bloque comercial del mundo, ha aplicado políticas que, aunque no han inmunizado completamente a sus miembros contra la inflación, han ayudado a mitigar sus efectos en mayor medida que en otras regiones del mundo.

A medio y largo plazo, será importante que el gobierno tome medidas que amortigüen los efectos negativos de la subida del IVA, como políticas de protección social y de control de precios en los productos más básicos. Solo así se podrá equilibrar el impacto en los sectores más vulnerables y evitar que las desigualdades económicas se profundicen aún más.