Este es el caso de Angel -pronunciado en lengua inglesa-, un perro asistente que ha cambiado la vida de Mirian Ortiz. Tras recibir un diagnóstico devastador, esta mujer de 52 años, natural de Ecuador, encontró en su pequeño compañero de cuatro patas una esperanza para seguir luchando. El nombre de este pequeño Yorkshire define a la perfección lo que significa para ella.
Mirian y su marido Paco nos abren las puertas de su casa para contarnos una historia. Un relato duro y tortuoso, pero con un trasfondo mágico y esperanzador. Esta es la historia de Mirian, Paco y Angel.
UN DIAGNÓSTICO DEVASTADOR
Todo empieza en el año 2019, cuando a Mirian le diagnostican una grave enfermedad denominada trastorno por conversión. Se trata de una extraña patología en la que los afectados experimentan síntomas que no tienen una explicación física. El espectro va desde la debilidad hasta trastornos del movimiento, problemas sensoriales o desmayos.
En el caso de Mirian, los episodios más comunes son los síncopes, desmayos repentinos que pueden ocurrir entre dos y tres veces al día. Estos desmayos a menudo van acompañados de convulsiones, lo que hace que su día a día sea un desafío constante.
"Es una condición parecida a la epilepsia, pero sin descargas eléctricas. El cerebro se apaga porque la sangre no le llega como debería, y esto es lo que hace que me desmaye", explica Mirian. Paco, su marido, describe la vida de ella como una montaña rusa. "Si solo tiene un desmayo al día, es un milagro", afirma resignado.
EL DESTINO Y LA LLEGADA DE ANGEL
En medio del caos y del miedo que el diagnóstico trajo a la familia, fue su hijo quien, sin saberlo ni quererlo, tomó una decisión que cambiaría la dinámica de sus vidas. "Mi hijo quería una Xbox o un perro", relata Mirian entre risas, recordando el dilema familiar. Al final, se decantaron por el tuso.
Angel llegó a su hogar con apenas tres meses, sin que nadie imaginara entonces el papel crucial que desempeñaría en la vida de su dueña. A los pocos meses, Angel comenzó a mostrar comportamientos inusuales. Se ponía nervioso y reaccionaba de manera excitada antes de que Mirian sufriera un síncope.
Al principio, la familia no comprendía estas señales, pero con el tiempo se dieron cuenta de que el perro podía prever los desmayos de Mirian segundos antes de que ocurrieran. "Se ponía a ladrar y correr justo antes de que me desmayara", explica ella. Y fue entonces cuando empezaron a grabarlo. "Estaba entrenándose solo; entrenaba sus 'poderes'", afirma visiblemente emocionada.
EL RECONOCIMIENTO COMO PERRO DE ASISTENCIA
Un día, mientras estaban en el Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) para tratar un asunto relacionado con la discapacidad de Mirian, ella sufrió uno de sus habituales síncopes. Angel, como ya era costumbre, empezó a ladrar justo antes del episodio. Esto llamó la atención del personal del IMAS, quienes le preguntaron si su perro era de asistencia.
La familia, que desconocía por completo esta posibilidad, decidió investigar. Se pusieron en contacto con ASS DISCAN, una entidad sin ánimo de lucro dedicada al adiestramiento y entrega de perros de asistencia. Tras ver varios vídeos del comportamiento de Angel, la directora de DISCAN confirmó que el pequeño Yorkshire tenía el potencial natural para convertirse en un perro de alerta médica.
Y así fue. Después de superar las pruebas pertinentes, Angel recibe el reconocimiento oficial como perro de asistencia. "Es el primero de raza pequeña en España", afirman con orgullo la pareja. A partir de ese momento, Angel dejó de ser solo una mascota para convertirse en un ser vivo capaz de anticipar los episodios de desmayos, alertando a Paco o a cualquier persona cercana.
A VALENCIA CADA AÑO PARA RENOVAR EL CARNET
Más adelante, la familia tuvo que enfrentarse a un nuevo obstáculo: la negativa de las aerolíneas. "No nos dejaban volar con Angel", recuerda Mirian. Fue entonces cuando acudieron a las oficinas de la Dirección General de Consum y presentaron una queja formal.
Tras un proceso fue largo y tedioso, finalmente lograron resolver el problema. La solución llegó de la mano de Áskal. Respaldada por Assistance Dogs International (ADI), Áskal es una organización autorizada para entregar carnets a los usuarios de perros de asistencia para que sus mascotas puedan viajar con ellos fuera de España.
Y esta acreditación es la única aceptada por las aerolíneas que permite a los canes estar en la cabina del avión durante los vuelos. Desde entonces, la familia debe viajar cada año a Valencia para renovar dicho carnet.
"Cada mes de abril Angel tiene que superar unas pruebas para demostrar que sigue teniendo las habilidades de perro de asistencia. Áskal nos cobra una tasa de renovación anual y se encarga de hacer los informes necesarios y tramitar la renovación", explica la pareja, que ven este trámite como un precio a pagar por la seguridad que Angel les brinda.
UNA VIVIENDA INADECUADA: LA LUCHA POR UN CAMBIO
Actualmente, Mirian tiene reconocido un Grado II de Dependencia y un 65 por ciento de discapacidad. Además, recibe ayudas por incapacidad total absoluta. No obstante, su situación sigue siendo especialmente vulnerable debido su frágil estado de salud, el cual se ve agravado por el lugar en el que reside. La pareja vive con su hijo menor en un quinto piso en Palma, concretamente en una vivienda de una protección oficial (VPO).
Mirian sufre acrofobia, un trastorno de ansiedad relacionado con el pánico a las alturas. Quienes la padecen no pueden soportar estar en puntos altos respecto a su entorno, ya que sienten un temor irracional e intenso, incluso cuando no corren un peligro inminente.
Esta patología, sumada al trastorno conversivo, hacen que vivir en una quinta planta sea un calvario para Mirian. "Tengo que ir con audífonos por casa porque los ruidos me afectan y me aterra abrir las cortinas porque siento que todo se va a desplomar", relata Mirian.
Es por ello que han solicitado un cambio de vivienda al Instituto Balear de la Vivenda (IBAVI), presentando toda la documentación médica que respalda su necesidad de mudarse a un primer piso o una plata baja. A pesar de los reiterados intentos, su solicitud ha sido denegada en varias ocasiones. "Vivimos con las cajas sin desempacar porque no queremos seguir aquí más tiempo del necesario", confiesa Paco.
UN FUTURO INCIERTO, PERO CON ESPERANZA
Es importate destacar la importancia de Paco en esta historia, pues está pendiente, atento y a disposición de Mirian las 24 horas del día. "Para salir de casa, siempre tiene que ir agarrada de mi brazo, como si fuera un carrito del 'súper'", cuenta él entre risas.
La familia sigue esperando que el IBAVI les otorgue un nuevo hogar donde Mirian pueda vivir con más tranquilidad. Mientras tanto, Angel sigue alerta, siempre a su lado, listo para ayudar en los momentos más difíciles.
La historia de Mirian, Paco y Angel es un testimonio de resistencia humana. Es un relato de cómo los seres humanos pueden desarrollar una conexiones inexplicablemente mágicas. Porque a veces, el perro no es solo el mejor amigo del hombre; es un ángel guardián que llega en el momento justo para salvar una vida.