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Los 'cossiers' de Algaida danzan en honor al Sant Honorat.
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Los 'cossiers' de Algaida danzan en honor al Sant Honorat.

Baleares en invierno: naturaleza, cultura y gastronomía

domingo 01 de diciembre de 2024, 05:00h

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El turismo de invierno en Baleares juega un papel clave en la diversificación de la oferta turística y en la desestacionalización de la economía insular, contribuyendo al desarrollo económico durante todo el año y a un turismo más responsable y sostenible. Las islas se convierten en destino ideal durante esta temporada, con agradables temperaturas y una variedad de opciones para disfrutar, desde la visita a monumentos y galerías de arte hasta la desconexión en los encantadores pueblos y zonas naturales, así como actividades deportivas. Su paisaje montañoso permite que las islas sean también un lugar para conocer en invierno, realizando rutas gastronómicas o explorando el producto local. Además, esta época se enriquece con festividades como Sant Antoni, donde se puede vivir la auténtica esencia de la isla.

El invierno permite explorar Baleares con mayor serenidad, con una experiencia única. Gracias a las temperaturas suaves, se pueden realizar múltiples actividades al aire libre como el senderismo o el ciclismo en paisajes únicos; degustar la gastronomía o conocer su historia, recorriendo la Serra de Tramuntana, o las callejuelas del casco antiguo de Palma. Además, durante esta época, las islas cuentan con una rica agenda de fiestas y eventos que permiten sumergirse en la cultura local. La posibilidad de combinar un plan de ciudad y montaña en un mismo día es otra de las ventajas del archipiélago, gracias a sus cortas distancias y caminos placenteros.

DESCURBIR LA GASTRONOMÍA Y EL PRODUCTO ARTESANAL

Las islas ofrecen varias propuestas para conocer su variada gastronomía, de la mano de productos locales y tradiciones únicas, a la vez que se descubren pueblos o se disfruta de eventos culturales, lo que supone un marco perfecto para conocer la esencia de Baleares. Los frutos secos como la almendra, los embutidos y los quesos que son pilares de su cocina tradicional.

A través de rutas gastronómicas, los visitantes pueden explorar no solo los sabores de las islas, sino también sus paisajes y la historia que acompaña a cada ingrediente. La floración de los almendros, que se produce entre diciembre y marzo, no solo ofrece un espectáculo visual, sino que también inspira numerosas recetas locales. Entre los dulces más emblemáticos se encuentran el gató de almendras. Conocida por sus olivares centenarios, Mallorca produce un aceite de oliva de alta calidad y que cuenta con Denominación de Origen.

Las rutas por Sóller y Orient ofrecen la oportunidad de conocer el proceso de elaboración del aceite y disfrutarlo en su forma más pura, ya sea en un tradicional 'pa amb oli' (pan con aceite y tomate) o en platos más elaborados.

En Menorca, el queso de Mahón es uno de los productos más apreciados. Se puede probar en las queserías locales, muchas de las cuales ofrecen visitas guiadas y catas para conocer el proceso de elaboración. La sobrasada, un embutido curado a base de carne de cerdo y pimentón, es uno de los productos más icónicos de las islas. Ideal para untar sobre pan o para utilizar en diversos platos cocinados, la sobrasada aporta un sabor inconfundible a la gastronomía balear.

Mercados

Además de visitar los mercados artesanales en Palma como los de Plaça Major, el Passeig Sagrera y S'Hort des Rei, donde se encuentran productos frescos y elaboraciones tradicionales, destacan otros como el de Sineu, instaurado en 1306 por el rey Jaume II, es uno de los más importantes de Mallorca. Cada miércoles por la mañana, el pueblo acoge este mercado en la plaza de la iglesia, y calles aledañas, donde se pueden encontrar frutas, verduras, artesanía, ropa y calzado. Los visitantes suelen detenerse en los bares locales para degustar el tradicional 'frit mallorquí'.

En Mallorca también destaca el mercado semanal de Pollença uno de los más animados, con más de 300 puestos que se instalan cada domingo en el centro histórico entre la Plaça Major y la Plaça de Ca les Monnares. Este mercado ofrece productos agroalimentarios, artesanías y otros artículos típicos de la isla, y brinda una excelente oportunidad para explorar el pintoresco casco antiguo, visitar la iglesia parroquial de Nostra Senyora dels Àngels y subir a la Ermita de El Calvario para disfrutar de sus impresionantes vistas.

Los mercadillos de Menorca se extienden en localidades como Cala En Porter, Cales Fonts, Ciutadella y Maó, donde se pueden adquirir productos típicos como las albarcas, bisutería y obras de artistas locales.

La isla de Ibiza es famosa por sus mercadillos 'hippies', como el de Las Dalias, abierto todo el año con ediciones especiales en verano y Navidad, y el de Es Canà en Punta Arabí, que atrae a visitantes de todo el mundo. En Formentera, destaca el mercado artesano de La Mola, abierto de mayo a octubre, y el mercado de Sant Ferran, que ofrece artesanía y música en vivo.

Navidad en Baleares

Durante diciembre, los mercados navideños llenan de color y vida las plazas de las islas. Aquí se puede disfrutar de productos artesanales, gastronomía típica y un ambiente festivo con luces y decoraciones. Destacan los mercados de Navidad de Puerto Portals y la Plaza Mayor en Palma, mientras que Port Adriano ofrece la única pista de hielo de la isla, atrayendo a visitantes de todas las edades.

La temporada de Navidad en Mallorca comienza oficialmente el 8 de diciembre con la celebración de la Inmaculada Concepción y concluye el 7 de enero, después del Día de Reyes, cuando los niños regresan al colegio. La Noche de Reyes Magos tiene un significado especial en España y en Baleares, siendo una de las celebraciones más esperadas.

En la tradición, los Reyes Magos no se colocan frente al nacimiento en los belenes hasta el 6 de enero, simbolizando su llegada a adorar al niño Jesús. Las numerosas iglesias, santuarios y ermitas de Mallorca también se visten de gala durante la Navidad, destacando por sus decoraciones especiales.

Una de las actividades sociales más importantes del calendario navideño es la Misa del Gallo, que se celebra a medianoche en la víspera de Navidad en La Seu, la imponente catedral de Mallorca, y también en Lluc, el monasterio más sagrado de la isla. Este evento se convierte en una tradición impresionante que congrega a muchas personas para celebrar juntos. Durante estas fechas, los pueblos de Mallorca se llenan de fiestas y fuegos artificiales, creando un ambiente festivo y alegre que refleja la calidez de la Navidad en la isla.

ACTIVIDADES AL AIRE LIBRE

El clima templado de las Islas Baleares permite disfrutar de una gran variedad de actividades al aire libre durante el invierno, desde deportes hasta rutas culturales, convirtiéndose en un destino ideal para los amantes de la naturaleza, la aventura y la cultura.

Birdwatching

El archipiélago balear se encuentra en la ruta migratoria de Europa Occidental, convirtiéndose en un lugar privilegiado para el avistamiento de aves. Más de 300 especies recalan en las islas cada año, utilizando los diversos hábitats como montañas, humedales y salinas para descansar en su camino.

Mallorca destaca con puntos como el Parc Natural de s'Albufera en Alcúdia, el Parque Natural de Mondragó, la Serra de Tramuntana y La Gola en Pollença.

En Menorca, el Parc Natural de s'Albufera des Grau y las Salinas de Addaia son lugares perfectos para la observación.

Formentera cuenta con el Estany des Peix y el Estany Pudent, y en Ibiza se recomienda visitar Cap des Falcó y Es Amunts.

Ciclismo y senderismo

Las rutas paisajísticas y de senderismo también son un atractivo destacado. Durante el invierno, la floración de los almendros se convierte en un espectáculo natural en zonas como la Serra de Tramuntana, Selva, Bunyola y Son Servera en Mallorca.

Las islas también ofrecen rutas de gran recorrido, como la GR-221 (Ruta de la Pedra en Sec) en Mallorca y la GR-223 o Camí de Cavalls en Menorca, un sendero histórico que rodea toda la isla. La marcha nórdica también es popular, especialmente en el primer parque de marcha nórdica en Alcúdia y en Ibiza, donde se organizan rutas guiadas en Sant Antoni de Portmany. El cicloturismo es otra actividad destacada, especialmente en Formentera, que cuenta con un terreno llano y una red de carriles bici ideales para explorar en bicicleta.

Mallorca e Ibiza también ofrecen rutas ciclistas que atraen a aficionados y profesionales. Las islas se convierten en un centro deportivo en invierno, acogiendo competiciones de ciclismo, atletismo, vela y deportes de motor. El bautismo de buceo es perfecto para quienes desean experimentar el buceo por primera vez.

En Mallorca, el centro de buceo Skualo en Porto Cristo ofrece una introducción con un paseo en barco y una inmersión a poca profundidad guiada por un instructor.

Paisajes únicos

Para quienes buscan paz y bienestar, Mallorca ofrece paisajes serenos como Valldemossa, la Cartoixa y el Santuari de Lluc, ideales para desconectar y encontrar tranquilidad. Ibiza, con sus iglesias blancas en entornos naturales, permite una conexión con la historia y la arquitectura tradicional de la isla.

Formentera ofrece rutas espectaculares por sus faros, como el Far de la Mola y Cap de Barbaria, especialmente al atardecer, con vistas impresionantes del Mediterráneo. La costa mallorquina se disfruta de manera especial desde el mar, con opciones como navegar, hacer snorkel o surcar las olas en una tabla.

En la costa sur, destacan playas como Es Trenc, Ses Covetes y Es Caragol, y el imponente Far de Cap Salines. En la costa norte, los acantilados entre el Port de Sóller y el Port de Pollença ofrecen una vista impresionante. Otros puntos de salida recomendados para excursiones náuticas son la Colònia de Sant Jordi, el Port d’Alcúdia, Porto Colom, Porto Cristo, y Sant Elm con la isla de Sa Dragonera en el oeste.

FIESTAS PATRONALES

El fuego y los demonios juegan un papel fundamental en la cultura local. Entre las celebraciones más emblemáticas se encuentran las fiestas de Sant Antoni y Sant Sebastià, que combinan folclore y gastronomía.

Sant Antoni

Cada 16 y 17 de enero, Sant Antoni se celebra con un despliegue de hogueras, bailes tradicionales y la salida de los demonios, que marcan el inicio de la Revetlla de Sant Antoni. En localidades como Sa Pobla, Manacor y Artà, los 'dimonis' bailan alrededor de los 'foguerons', al ritmo de la música tradicional, las 'ximbombes' (zambombas) y las 'glosses' (canciones típicas). Durante estas fiestas, es común degustar productos locales como la sobrassada y los botifarrons.

El 19 de enero, durante la Revetlla de Sant Sebastià en Palma, el fuego vuelve a ser protagonista. Hogueras arden en toda la ciudad y se llevan a cabo espectáculos de música en vivo, creando un ambiente festivo único.

Además, el 'dimoni' no solo aparece en las festividades de invierno. Es una figura central en celebraciones como La Beata de Santa Margalida y el Ball dels Cossiers de Montuïri, donde representa el mal y lucha contra los personajes que simbolizan la virtud y la tradición. En Algaida también se puede ver y disfrutar los Cossiers en otra fecha muy señalada: el 16 de Enero en la fiesta de Sant Honorat.

Correfocs

Los Correfocs son uno de los espectáculos más impresionantes del folclore mallorquín, combinando fuegos artificiales, música de tambores y la presencia de los 'dimonis' que corren entre el público lanzando chispas y avivando el fuego. Estas actuaciones son comunes en fiestas locales como Sant Sebastià en Palma, Sant Antoni en Sa Pobla y Sant Jaume en Binissalem, destacando por su despliegue de luces y sonidos característicos.

Sant Sebastià

Las fiestas de Sant Sebastià, patrón de Palma, son uno de los eventos más destacados del invierno en Baleares, celebradas durante la segunda quincena de enero. El 20 de enero, la ciudad se llena de vida con un gran espectáculo de fuegos artificiales y fogatas en las calles, donde locales y visitantes se reúnen para disfrutar de sobrasada picante, vinos locales y otras delicias típicas. La semana previa está repleta de actividades culturales, destacando la verbena de Sant Sebastià, con actuaciones musicales en las plazas más icónicas de Palma.

Esta festividad se ha convertido en un referente cultural que añade un toque especial a la experiencia invernal en Mallorca, capturando la esencia festiva y comunitaria de la isla. Además de estas festividades, el invierno en Baleares se enriquece con el Cant de la Sibil·la, un drama litúrgico medieval que se interpreta en las iglesias la noche de Navidad, y el Devallament, una representación tradicional de la Pasión de Cristo.

OFERTA CULTURAL

Cada año, a partir de mediados de octubre, la Orquestra Simfònica de Baleares inicia su temporada de música de cámara, reafirmando su compromiso de llevar la música a todos los rincones de la isla. Fundada en 1988, la orquesta se ha convertido en uno de los referentes sinfónicos de España, con su sala de conciertos de temporada en el Auditòrium de Palma, aunque también se presenta en diferentes lugares de las Islas Baleares y en prestigiosas ciudades como Viena, Cannes y Marsella.

Los conciertos de música de cámara, interpretados por los Solistas de Sa Simfònica, se llevan a cabo en escenarios emblemáticos como el Museu de Mallorca, el Casal Solleric, el Castell de Sant Carles, la iglesia de Sant Felip Neri y el impresionante Castell de Bellver. Además, sus ciclos de música contemporánea se pueden disfrutar en Es Baluard y en la Fundació Pilar y Joan Miró, ofreciendo una experiencia musical enriquecida por la belleza de los espacios históricos y culturales de la isla.

La orquesta también participa en la temporada de ópera de la Fundació Teatre Principal de Palma y colabora con los Amics de s'Òpera de Maó en Menorca, el Festival de Música Castell de Bellver y el Festival Internacional de Música de Pollença.

Además, organiza audiciones para escolares y conciertos familiares, acercando la música clásica a todas las edades. La música de cámara, compuesta para pequeños grupos de instrumentos, ofrece una experiencia más íntima y personal que la música de orquesta, evocando sus orígenes en los salones aristocráticos de la Edad Media y el Renacimiento.

Actualmente, se puede disfrutar de esta música en diversos espacios de la isla, desde los patios mallorquines hasta pueblos encantadores como Alcúdia, Artà, Inca y Santanyí, convirtiéndolo en un verdadero deleite para los amantes del género.

Joan Miró y el Arte Contemporáneo en Palma

Mallorca ha sido hogar de muchos artistas, siendo Joan Miró uno de los más emblemáticos. Miró, reconocido como uno de los máximos exponentes del surrealismo, dejó un legado significativo en la isla. Su taller, convertido en la Fundació Pilar i Miró en Palma, es un espacio dedicado a su obra y legado. Junto con Es Baluard Museu d'Art Modern i Contemporani de Palma, estos lugares son visitas esenciales para quienes deseen explorar la influencia de Miró y sumergirse en el arte contemporáneo de Mallorca.

En Palma es imprescindible descubrir sus calles empedradas del casco antiguo, la majestuosa Catedral de Palma, y los encantadores cafés y tiendas del centro histórico.

MENORCA EN INVIERNO

Reconocida como Reserva de la Biosfera y con más de la mitad de su territorio protegido, la isla muestra su lado más auténtico y sereno. Los vientos de tramontana moldean el paisaje y el ritmo pausado invita a explorar sus rincones, monumentos megalíticos y tradiciones arraigadas. El Camí de Cavalls, o GR-223, ofrece una experiencia única de senderismo al recorrer toda la isla a lo largo de la costa, pasando por playas emblemáticas y paisajes naturales protegidos. Este antiguo camino, utilizado históricamente para la defensa de la isla, permite a los senderistas y ciclistas descubrir Menorca a través de sus calas de aguas cristalinas, acantilados, bosques y praderas. El invierno es también una época para vivir la rica cultura de Menorca a través de sus celebraciones.

La Semana Santa y el Dia de les Illes Balears destacan por eventos como la doma de caballos en Es Castell, una tradición profundamente arraigada en la isla. La Diada de Sant Antoni, el 17 de enero, es otra festividad importante en Menorca, que conmemora la reconquista cristiana y el patronazgo de Sant Antoni sobre la isla.

Esta jornada está llena de actos tradicionales, música, bailes y actividades ecuestres, especialmente en Ciutadella. Otras experiencias en la isla son visitar una quesería para ver cómo se elabora el famoso queso de Mahón o descubrir el proceso de producción en las bodegas locales son actividades que permiten a los visitantes conectar con la vida rural y la gastronomía menorquina. Además, el turismo de salud y bienestar se complementa con la tranquilidad de la isla, donde se pueden realizar retiros de yoga, paseos meditativos y tratamientos de spa rodeados de paisajes naturales.

El invierno es también un momento ideal para conocer la Menorca Talayótica, un conjunto de yacimientos arqueológicos que datan de entre 1600 a.C. y 123 a.C., declarado Patrimonio Histórico por la UNESCO. Los yacimientos más destacados incluyen la Naveta des Tudons, la Necrópolis de Calescoves y los poblados de So Na Caçana y Son Catlar. Estos sitios, muchos de los cuales se pueden visitar de manera gratuita, ofrecen una fascinante mirada al pasado prehistórico de la isla. Los monumentos talayóticos y las rutas de senderismo invitan a sumergirse en un tiempo antiguo, mientras que la cultura y las tradiciones de la isla ofrecen una experiencia auténtica y enriquecedora.

IBIZA Y FORMENTERA

Ibiza se presenta también como un destino ideal para disfrutar de actividades como el senderismo, el ciclismo y la marcha nórdica. La isla puede ser explorada a través de itinerarios que permiten apreciar sus iglesias blancas y su arquitectura tradicional. El casco antiguo de Ibiza, Dalt Vila, es una joya histórica rodeada de murallas medievales. Sus calles empedradas y serpenteantes ofrecen vistas espectaculares desde lo alto de la ciudad. Este lugar, que en verano está lleno de turistas, se transforma en un espacio tranquilo y mágico durante los meses fríos.

Las calas de Ibiza, como Cala Comta, son conocidas por sus aguas cristalinas y magníficas puestas de sol. Aunque el invierno no sea la mejor estación para bañarse, la tranquilidad de estas playas y el espectáculo del atardecer sobre el horizonte crean una experiencia inolvidable.

Formentera, con sus calas escondidas y acantilados, es un refugio de naturaleza, con rutas que recorren su entorno natural y faros impresionantes, como el Far de la Mola. El invierno permite disfrutar de la atmósfera tranquila, recorrer las rutas verdes, visitar el Parc Natural de Ses Salines y apreciar la gastronomía local. Además, las fiestas patronales de Sant Francesc Xavier, celebradas el 3 de diciembre, ofrecen una oportunidad para conocer las ballades y cantades tradicionales.

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