Taxistas de Baleares explotan tras la paliza de tres policías alemanes a un compañero

Los taxistas condenan la brutal agresión que sufrió su compañero José María P., un chófer de 71 años, a manos de tres turistas alemanes, policías de profesión. El ataque, ocurrido en la madrugada del 20 de agosto en las inmediaciones del Agroturismo Son Burges de Petra, ha generado indignación y preocupación en el gremio.

En este sentido, Bauzà asegura que las medidas implementadas en los últimos tiempos para proteger al colectivo, como la instalación de cámaras de videovigilancia o botones de emergencia, no son suficientes para evitar este tipo de tragedias. "Nos sentimos totalmente indefensos", asevera.

RECLAMAN MÁS PROTECCIÓN

El dirigente de la patronal del taxi asociada a CAEB afirma que esta última agresión pone en evidencia la situación de desprotección que padecen los taxistas en la Isla, por lo que considera "necesario" sumar a los vehículos de la flota más elementos que proporcionen seguridad a los trabajadores.

Bauzà recuerda que en los últimos años el gremio viene denunciando la indefensión a la que se ven expuestos los conductores. "En 2018, en menos de un mes, se produjeron tres robos con violencia a compañeros en Palma", apunta. Esta oleada de agresiones desencadenó una movilización por parte del sector del taxi, que exigía de manera urgente más protección para sus trabajadores.

MEDIDAS DE SEGURIDAD INSUFICIENTES

El Ayuntamiento de Palma respondió a esta petición de los taxistas e incorporó un botón de emergencia oculto dentro de los vehículos, conocido como 'el botón del pánico'. "Se trata de un dispositivo de alarma con geolocalización que está permanentemente conectado con la central del 092 de la Policía Local", explica Bauzà a mallorcadiario.com. Este dispositivo permite a los taxistas alertar a las autoridades con solo pulsar un botón, enviando inmediatamente su ubicación a la emisora del cuerpo policial.

Más adelante, el Consistorio palmesano se comprometió a financiar la compra de cámaras de seguridad para los taxistas, una inciativa que reflejó el compromiso inicial por parte de las autoridades locales para mitigar los riesgos que enfrentan los taxistas en su día a día.

Después de un verano marcado por varios atracos, muchos conductores decidieron instalar sistemas de videovigilancia en sus vehículos porque "sentían miedo", relata Bauzà, si bien insiste en que esto "no es suficiente" ya que la sensación de vulnerabilidad persiste entre los conductores.

"Desde la Agrupación Empresarial del Auto-Taxi de la Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT), condenamos este suceso y rechazamos cualquier acto de violencia; y, sobre todo, reclamamos más protección", concluye Antoni Bauzà.

¿QUÉ OCURRIÓ?

El incidente tuvo lugar cuando José María trasladaba a los tres turistas a un agroturismo en Petra. Fuentes del entorno de la víctima han precisado que los recogió en la conocida como calle del Jamón, del Arenal, y que de hecho iban en un grupo de seis personas que se dividió en dos vehículos.

Según la víctima, durante el trayecto los turistas –que habían bebido alcohol– se quedaron dormidos. Al despertar en el destino, y después de haber pagado el coste de la carrera sin ningún problema, uno de ellos se percató de que no encontraba su teléfono móvil.

Los clientes no lograban encontrar el terminal, que estaba apagado -al parecer, se había quedado sin batería-. Sin embargo, consultaron su geolocalización y vieron que estaba en el mismo punto que ellos, por lo que creyeron que el taxista se lo había sustraído.

Siguiendo con el relato de la víctima, el taxista quiso ayudarles a buscar el dispositivo, levantando las alfombras del vehículo y revolviendo el interior; pasado un tiempo sin que el teléfono apareciera, les dijo que tenía que regresar a Palma para seguir trabajando y que si encontraba el terminal se lo devolvería, pero no le dejaron marcharse.

En ese momento el taxista les advirtió que iba a llamar a la Policía y, según su versión, ellos le respondieron que eran policías -de la región alemana de Hessen- e incluso le mostraron sus placas. Entonces comenzó una agresión durante la cual la víctima les intentó calmar ofreciéndose a pagarles el precio que le pidieran por el valor del teléfono, pero no se conformaron con ello.

La víctima sostiene que escuchó que los tres hombres planeaban dejarlo en el taxi y fingir un accidente de tráfico para encubrir la paliza, pero que por suerte no encontraron las llaves. Afirma que mientras le agredían, desde el suelo logró pedir auxilio y poco después apareció la Guardia Civil, que detuvo a uno de los agresores. Además, el teléfono en discordia habría aparecido finalmente en el bolsillo de uno de los turistas, según la víctima.

El taxista fue asistido por el SAMU061 y trasladado al Hospital de Manacor. Después de tomarle declaración en el hospital, la Guardia Civil detuvo a los otros dos turistas. Todos ellos se acogieron a su derecho a no declarar ante el juez, que los dejó en libertad sin ninguna medida cautelar ni fianza.

SERÁ OPERADO ESTE VIERNES

La víctima se encuentra ingresada en el hospital con múltiples contusiones y varias fracturas en las costillas. Este viernes será sometido a una intervención quirúrgica por una fractura en un brazo, concretamente en el radio izquierdo.

"Al intentar protegerse de los golpes, le partieron el hueso del brazo. Se lo han hecho pedazos así que van a tener que operarlo", nos cuenta Vicenç, el propietario de la licencia del taxi que maneja José María. En declaraciones a los medios, el hombre confiesa que temió seriamente por su vida. "Pensaba que iba a morir".

El suceso ha sido recogido ampliamente por los principales medios de comunicación de Alemania.