Comer muy bien en un restaurante friki frente al mar

El restaurante Salitre está en Can Picafort (Santa Margarita), frente al mar, desde donde con el embat llega el salitre, que da nombre al restaurante. Frente a los fogones está Juan Nuñez, asistido por su hermana Fanny, y en la sala el inefable Javi Nuñez, con lo que los tres hermanos forman un tridente perfectamente coordinado que es capaz de hacer grandes cosas y, sobretodo, de hacer disfrutar a los que se atrevan a ir a comer o cenar a esta casa de comidas tan especial.

Sus orígenes están en el bar Rapha’s (de ahí el apodo de Rapha’s Bros), un bar de la familia, muy popular de la zona, donde Juan y Javi hicieron sus primeros pinitos. Después, con su madre, abrieron La Terracita donde empezaron a cocinar animales exóticos, serpiente, por ejemplo, afición que han continuado en Salitre con cebra, ancas de rana, canguro, camello o cocodrilo. Y se vienen nuevos “fichajes”, porque durante el invierno sondean el mercado y en cuanto anuncian la apertura uno de los alicientes es ver que bicho cocinarán.

Para que te hagas una idea de cómo puede ir una comida en Salitre, te doy unas pinceladas de mis experiencias allí, pero lo que tienes que hacer es ir, y disfrutarlo. La carta tiene dos partes, a la izquierda las tapas tradicionales, y a la derecha los platos frikis, para compartir.

La primera sorpresa viene cuando pides la carta de vinos. Te traen dos cajas de madera con una docena de botellas en cada una, una caja de tintos y otra de blancos y rosados, con un cartelito con el precio colgado en el cuello de cada botella. Empezamos bien!

Por lo extravagante, y poco común, lo primero que pedí fue un plato de Cocodrilo (de Zimbawe), con salsa Cajún acompañado de mazorca de maíz asada. Textura parecida al pollo, y potente sabor, por la salsa, que lleva mantequilla, ajo, aceite y un montón de especias.

Porque me sorprendió, y para hacer patria, quise probar la “Ternera en la niebla”, una carne excelente, vedella menorquina, que sirven en una campana de cristal, llena de humo, de la que van saliendo los trozos de ternera, tierna y sabrosa como no la había comido antes. Flipante.

Porque es poco habitual que te sirvan un plato con unos guantes finos tipo sanitario, y porque Javi casi me obligó, me enfrenté a un BaoCata de Calamares con alioli de ajo negro y tinta del propio calamar, pero coloreada de rojo. Menos mal que teníamos los guantes porque la pringada fue de época!

Otros platos especiales que he comido en Salitre son el Urami Bushi, carne picada condimentada para comer en una hoja de lechuga con unos granitos crujientes que parecen gusanos, una combinación excelente. Bueno, me paro aquí porque necesitaría mucho espacio para contar todo lo bueno y extravagante que te puede pasar en Salitre.

Ah! Tienes que ir con cuidado con lo que preguntas a Javi en la sala. Un día le pedí que me dijera qué llevaba una salsa y me mandó a la cocina “Yo que sé, pregúntale a mi hermano que es el cocinero!” Y en otra ocasión, en un plato de atún rojo acompañado de ensalada, me dijo que me lo tenía que comer por separado, que si mezclaba el atún con la ensalada no le pidiera nunca más esta plato, porque no me lo serviría. En fin, un espectáculo!

Por último, una anécdota. El primer día que fui a Salitre pedí dos gins Xoriguer, a palo seco, para abrir el apetito. “No tenemos Xoriguer!” “Como? Tenéis Ternera de Menorca, y no tenéis Xoriguer? La próxima vez que venga os traeré una de regalo” En mi segunda visita al restaurante así lo hice, pusieron la botella en la estantería. Pedimos dos Xoriguers, comimos y al traernos la cuenta Javi nos dijo “a los Xoriguers estáis invitados” Que cachondo!

En el título de este artículo he puesto que Salitre es un restaurante friki, por extravagante, excéntrico, raro, y creo que ha quedado claro que lo es, no? Con todo el cariño y el máximo respeto a los Bros, que si no existieran los tendríamos que inventar. Tienes que conocerlos.