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Un carril bus-VAO chapucero y ahora, además, intermitente

viernes 19 de julio de 2024, 00:00h

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Desde su entrada en funcionamiento, el carril bus-VAO de la autopista del Aeropuerto en sentido hacia Palma (Ma-19) se ha visto envuelto en una agria polémica que no parece poder ser superada. La decisión de la Dirección General de Tráfico (DGT) de oponerse irracionalmente a la petición del Consell de Mallorca de suprimir este carril especial y la vuelta de tuerca que supone imponer horarios en el funcionamiento del carril bus-VAO, suma ahora una ola de críticas justificadas. Lejos de ser una solución efectiva, esta medida no hace más que agravar los problemas de tráfico, y parece más una chapuza ideológica que una respuesta a las necesidades reales de los conductores y pasajeros.

La iniciativa de activar el carril bus-VAO de forma intermitente, sólo en horas punta (de 7 a 10 y de 14 a 19 horas), crea una situación que confunde a los usuarios. Los conductores no saben a qué atenerse y esto genera más caos en lugar de aliviar la congestión. En lugar de proporcionar una solución coherente y permanente, la DGT parece estar jugando con el tráfico como si fuera un experimento social sin tener en cuenta las consecuencias prácticas de sus decisiones. Se diría que el Ministerio del Interior, dirigido por el ministro Fernando Grande-Marlaska, ha caído en la tozudez de no estar dispuesto a admitir el error y corregirlo de una vez por todas. En lugar de eso, se somete a los conductores mallorquines a sufrir el carril bus-VAO a ratos.

La postura del Consell de Mallorca, la institución titular de la vía, es clara y contundente; y merece ser atendida por la DGT de Pere Navarro. Se solicitó la supresión de esta medida ineficaz que solo contribuye a empeorar la situación. La DGT debería escuchar a las autoridades insulares, quienes están en mejor posición para entender las necesidades y dinámicas específicas de la isla. Sin embargo, parece que las decisiones se toman desde despachos lejanos sin un conocimiento real del terreno ni una consulta adecuada con las partes afectadas.

El Ministerio del Interior ha caído en la tozudez de no estar dispuesto a admitir el error y corregirlo de una vez por todas. En lugar de eso, se somete a los conductores mallorquines a sufrir el carril bus-VAO a ratos.

La imposición de estos horarios intermitentes refleja una desconexión preocupante entre las políticas de la DGT y las necesidades de los ciudadanos. Los problemas de tráfico en Mallorca requieren soluciones estructurales y sostenibles, no parches temporales que solo sirven para generar más colapso circulatorio, incertidumbre y frustración.

Es hora de que la DGT reconozca su error y retire el carril bus-VAO, sin esperar a que sean los tribunales quienes se pronuncien, a la vista del recurso contencioso administrativo interpuesto por el Consell. Solo así se podrán implementar políticas efectivas que realmente mejoren la calidad de vida de los mallorquines y no sigan alimentando el descontento.