La fortificación de Son Banya, de metro y medio de altura y fabricada a base de chatarra, coches siniestrados y basura, ha sido derribada durante la mañana de este miércoles. Según apuntan fuentes policiales a mallorcadiario.com, desde primera hora, tanto Policía como técnicos municipales han trabajado para desmontar el muro, en una actuación en la que se ha intervenido cerca de medio kilo de cocaína, así como marihuana y hachís, además de diversos útiles relacionados con la preparación de droga y dinero en efectivo.
Con todo, en los puntos de venta no se encontraba ninguna persona en el momento de la intervención, por lo que no hay detenidos. Con todo, el grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional ha abierto una investigación para identificarlos.
El operativo ha contado con unidades de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) del cuerpo nacional y de la Unidad de Intervención de Inmediata (UII) de la Policía Local de Palma. Los trabajos han sido coordinados con el área de Infraestructuras del Ayuntamiento, así como Emaya
Para llevar a cabo la actuación, se han utilizado palas excavadoras para retirar los escombros y la chatarra; y camiones donde se ha depositado todo el material para ser evacuado de la zona. Los operarios han retirado también montículos de tierra y sistema de luces, entre otras irregularidades detectadas. Se han echado abajo cinco edificaciones ilegales.
El muro condicionaba el paso y la visibilidad en la zona, y era uno de los objetivos prioritarios de Cort llevar a cabo su derribo para facilitar el tránsito. El levantamiento de la muralla fue ilegal y respondía a una pugna entre clanes del barrio, además de dificultar la entrada de las autoridades policiales.
No es la primera actuación de este tipo; pues el pasado mes de abril ya se derribó el muro y se desmantelaron varios puntos de droga en el interior del poblado de Son Banya.