El pasado viernes por la mañana, un agente de la Policía Nacional fuera de servicio, al regresar a su garaje comunitario tras recoger a dos compañeros, vio
un vehículo estacionado indebidamente en su plaza. Al acercarse al coche, los tres policías detectaron
un fuerte olor a sustancias estupefacientes.
En ese momento, un hombre apareció portando dos bolsas de rafia y, al mostrar un comportamiento nervioso, los agentes se identificaron como policías y verificaron que las bolsas estaban llenas de tabletas de hachís. El hombre fue inmediatamente detenido como presunto autor de un delito de tráfico de drogas. En ese momento, se solicitó la presencia de agentes del Grupo I de Estupefacientes de la UDYCO de la Policía Nacional y una patrulla de Seguridad Ciudadana.
Al registrar el vehículo, los agentes encontraron tres envoltorios de cocaína en la guantera y otro más en el maletero. Posteriormente, localizaron un trastero correspondiente a la llave que portaba el detenido, donde percibieron un fuerte olor a estupefacientes similar al del coche. En el interior del trastero, encontraron cajas de cartón con más sustancias y bolsas con restos de polvo que resultaron ser cocaína.
Entre lo hallado en las bolsas, el coche y el trastero, se incautaron más de 87 kilos de hachís y más de 300 gramos de cocaína. El detenido, que no residía en la comunidad y había alquilado el trastero a una vecina, pasó a disposición judicial, donde se decretó prisión provisional para él.