Una nueva agresión sexual grupal ha sacudido las fiestas de San Fermín, justo ocho años después del conocido caso de La Manada. En la madrugada de este domingo, una mujer fue víctima de una agresión sexual en el Casco Viejo de Pamplona, lo que llevó a la activación del protocolo contra estos delitos y a la detención de cuatro hombres como presuntos responsables.
El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, informó a los medios que se trata de un «escenario 2» según el protocolo específico para San Fermín. Este escenario incluye atentados físicos de naturaleza sexual genital, con o sin penetración. En contraste, el «escenario 1» se refiere a agresiones sexistas, abarcando comportamientos intimidantes como insultos, amenazas, tocamientos y acciones destinadas a intimidar, asustar, coaccionar o controlar a una mujer.
MANIFESTACIÓN CONTRA ESTOS ACTOS
El Movimiento Feminista ha calificado el incidente como una "agresión de alta intensidad" y ha convocado una concentración de condena para las 21:30 horas de este domingo en la Plaza del Castillo, coincidiendo con el día grande de San Fermín.
En respuesta a esta agresión, el Ayuntamiento de Pamplona ha aprobado una declaración donde, como institución pública y en representación de la ciudadanía activa, asume una postura firme contra las agresiones sexistas. El consistorio se compromete a seguir trabajando para erradicar estas conductas y mejorar la seguridad de las mujeres.
Todos los grupos políticos del Ayuntamiento han expresado su "total rechazo y condena" ante esta agresión sexual, mostrando su "absoluto apoyo y solidaridad con la mujer y su entorno, además del máximo respeto para preservar sus derechos e intimidad". Asimismo, han reafirmado su compromiso en la lucha contra cualquier tipo de agresión, violencia o actitud sexista, buscando garantizar el pleno ejercicio de la libertad de las mujeres en todos los entornos.
Este trágico incidente resalta la necesidad urgente de medidas efectivas para proteger a las mujeres y asegurar que las festividades sean seguras y libres de violencia sexual. La comunidad de Pamplona está llamada a unirse en la condena y a trabajar conjuntamente para erradicar estas agresiones.