El empeño de Yolanda Díaz de reducir la jornada laboral máxima semanal sin que haya reducción salarial y sin el consenso de la patronal CEOE es una pretensión preocupante y potencialmente desastrosa para el conjunto de las empresas del país, incluidas las del sector turístico. Este sector, vital para la economía española y particularmente crucial en regiones como Baleares, podría enfrentar consecuencias devastadoras, según ha recordado esta semana la alianza turística Exceltur.
La implementación unilateral de esta reducción de horas laborales, sin el preceptivo debate y acuerdo con las partes implicadas, tendría un impacto económico significativo. Según los datos de la EPA y la Encuesta de Estructura Salarial del INE, analizados por Exceltur, el costo total anual para las empresas del sector turístico español ascendería a 2.348 millones de euros. Esta cifra no es trivial y representa una carga financiera que muchas empresas simplemente no están en posición de asumir.
El sector turístico ha expresado su profunda preocupación y un rechazo rotundo ante esta medida planteada por el Ministerio de Trabajo, que también aplauden los sindicatos. La alianza turística ha señalado los efectos adversos que la aplicación de la reducción de jornada podría tener sobre el conjunto de las empresas turísticas, una postura que refleja la inquietud generalizada entre los actores del sector; un sector que se alinea así con la CEOE. La patronal, que representa a una extensa variedad de industrias y negocios en España, ya había manifestado su oposición, subrayando la necesidad de que cambios tan significativos en la legislación laboral se realicen mediante el consenso y el diálogo.
Es crucial que Yolanda Díaz -ansiosa de ganar protagonismo en un momento especialmente crítico de su trayectoría política- considere estas realidades antes de proceder con medidas unilaterales que podrían tener el efecto contrario al deseado
En Baleares, una comunidad donde el turismo es el principal motor económico, la reducción de la jornada laboral tendría un impacto directo y profundo. Las empresas turísticas de la región ya enfrentan desafíos significativos, incluyendo la estacionalidad del empleo, la dificultad de encontrar trabajadores cualificados, la competencia internacional y la recuperación de los efectos de la pandemia. Imponer un aumento de costos operativos podría llevar a muchas empresas a una situación insostenible.
Es crucial que Yolanda Díaz -ansiosa de ganar protagonismo en un momento especialmente crítico de su trayectoría política- considere estas realidades antes de proceder con medidas unilaterales que podrían tener el efecto contrario al deseado. La colaboración y el consenso con los empresarios son condiciones esenciales para encontrar soluciones que beneficien tanto a los trabajadores como a las empresas, asegurando la sostenibilidad económica del tejido empresarial y de sus trabajadores. Lo contrario resultaría imprudente y potencialmente catastrófico, por mucha necesidad personal que tenga ahora la titular de Trabajo.