Scheffler imparable

Por Jaume Timoner

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El pasado fin de semana, en lo que el trabajo de campo me permitió, pude simultanear las retransmisiones del PGA TOUR y del LIV GOLF. Lo siento por los acérrimos del defensores del LIV GOLF, algunos buenos amigos, pero particularmente me parece que no hay punto de comparación ni en formato, ni en juego, ni en público y mucho menos en emoción y eso que Hatton dió un recital en el evento de Nashville.

El desempeño del inglés, vencedor individual, facilitó un nuevo triunfo del LEGIÓN XIII de Jon Rahm. El de Barrika sigue sin despegar en el plano individual pese a algunos momentos brillantes que acaban siendo un espejismo.

Es tal el nivel de frustración del vasco que corren en las redes sociales sus imágenes quejándose amargamente en el green por el vuelo de uno de los drones de la organización que le molestó al patear. En el Travelers Championship, un imparable en juego y en récords Scheffler, se alzó con su sexta victoria de la temporada.

Hace 62 años - Arnold Palmer en 1962- que a estas alturas del año un jugador no había logrado seis triunfos en el circuito americano. Ni siquiera el mítico Tiger Woods lo había conseguido.

Scottie Scheffler no estuvo fino en Pinehurst dónde los greenes le superaron y no tuvo opción a la victoria desde la primera jornada. Pero es tal el nivel de Scottie que rápidamente recuperó su nivel en el Travelers Championship para alzarse con el torneo, suma y sigue.

Su gran amigo Tom Kim forzó el playoff de desempate con un excelso birdie en el 18. El joven coreano de 22 años embocó un importante putt en el 17 para salir a un golpe de Scheffler al 18 y darle emoción al desenlace.

Ambos jugadores bromeaban como si fuera una partida de colegas. Kim casi embocó desde 117 metros y luego metió el putt de birdie para empatar a -22.

Ya en la muerte súbita, el coreano, con un tiro franco de menos de 100 metros, no acertó con el palo y mandó la bola al búnker en su segundo tiro. Bola medio huevo frito con lo que poco pudo hacer. El tiro de Scheffler había sido, como es habitual, muy certero. La victoria era suya.

El juego de Scottie fue perfecto, firmó 65 golpes, para un triunfo de mérito no en vano durante la última ronda, además de Kim, hubo un numeroso grupo de prestigiosos rivales que estuvieron en la pelea en pos del triunfo en el TPC River Highlands.

Y me quedo con la preciosa imagen de ambos jugadores caminando como dos amigos, compartían partido y se jugaban el bigote y los millones, durante toda la partida y en el hoyo de desempate y con su abrazo final. Un ejemplo para los más pequeños y también para los mayores.